• Reunión del BCE el 4 de septiembre tras unos muy malos datos macro
  • La reunión de banqueros centrales de Jackson Hole podría arrojar pistas
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Zona Euro, 0%; Francia, 0%; Alemania, -0,2%. Son los inexistentes datos de crecimiento y la preocupante contracción de la actividad en las principales economías europeas y en la unión monetaria en general durante el segundo trimestre. Unos datos que han alarmado a inversores y economistas esta semana que queda atrás y que obligan a dirigir la mirada hacia el Banco Central Europeo (BCE). ¿Actuará el BCE en septiembre para estimular estos raquíticos datos?

Leer el PIB de la Zona Euro se estanca.

“No creemos que el BCE vaya a anunciar nada nuevo en la reunión de septiembre, pero no descartamos que si los datos macroeconómicos continúan deteriorándose, prepare al mercado de cara a octubre (como hiciese en la reunión de mayo)”. Esta es la opinión de los expertos de Renta 4, que esperan que a medio plazo la renta variable siga apoyada por la liquidez del BCE.

Muchos de los que opinan como Renta 4 y no esperan nada de la reunión del 4 de septiembre, creen que el BCE va a esperar hasta conocer si las últimas medidas anunciadas, las inyecciones de liquidez condicionadas a la concesión de crédito, tienen efecto en la economía real. El propio presidente de la autoridad monetaria europea, Mario Draghi, ya insistió en que hay que esperar para ver el impacto de las medidas implementadas, porque tardarán su tiempo en llegar a la economía real.

La primera subasta de las conocidas TLTRO será el 30 de septiembre

La primera subasta de las conocidas TLTRO será el 30 de septiembre. Ya advertía Gerard Alba, general manager de Andbank Asset Management, advertía que “en Inglaterra llevan tiempo aplicándose -Funding for Lending Scheme- y no han conseguido reavivar el crédito (…) Si en Reino Unido no funcionan, aún estando en un ciclo más dinámico, no vemos razones para pensar que lo hará en la Zona Euro”.

Así serán las inyecciones de liquidez del BCE.

En BNP advertían tras conocerse los débiles datos de Francia y Alemania que la sorpresa que les habían producido también habría llegado al BCE, lo que unido a la baja inflación, debía generar no solo sorpresa, sino preocupación. Sin embargo, “nosotros estamos más preocupados (que el BCE). Los riesgos de un periodo prolongado de inflación baja, o incluso deflación, son materiales. Quitar importancia a estos riesgos podría ser un error de su política”.

MERCADOS FINANCIEROS DOPADOS

Mientras “la debilidad del crecimiento económico inevitablemente aumentará el volumen de las reclamaciones que piden que el BCE haga más para arrancar el crecimiento en la Zona Euro”, como apuntaba Chris Williamson, economista jefe de Markit, otros avisan: “Los mercados financieros han sido manipulados a escala global por los bancos centrales”.

Son palabras de Ross Pamphilon de ECM, gestor de fondos, en un amplio artículo de The Economist titulado “Atrapado. Los mercados han desafiado a las expectativas en 2014, dejando a los inversores con pocas opciones”. Tras recordar que bolsas como la de Alemania, la de Francia, la plaza de la City de Londres o el Dow Jones de Wall Street han entrado en pérdidas anuales con las últimas caídas, avisa de que las expectativas de que este año iba a ser el de la recuperación tras la crisis financiera y económica han sido excesivas.

Los motivos, varios: el exceso de optimismo con el que empezó el ejercicio tras las fuertes alzas de 2013; las negativas noticias macroeconómicas; una inflación demasiado baja; los riesgos geopolíticos; y por último, y más crucial, el temor a la estrategia de salida de los bancos centrales. Es decir, los inversores están asustados porque no saben cómo reaccionará la economía ni los mercados cuando las autoridades monetarias comiencen a dar marcha atrás con las medidas extraordinarias que han llevado a cabo en los últimos años para luchar contra la debacle financiera.

En octubre acaba la compra de activos de la Fed

Esta amenaza procede de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos y del Banco de Inglaterra, porque el BCE está aún en un momento completamente distinto, el de determinar si pone sobre la mesa aún más estímulos. Los inversores temen lo que pueda pasar cuando en octubre acabe la compra de activos por parte de la Fed, o cuando tanto el equipo de Janet Yellen o el Banco de Inglaterra suba los tipos de interés.

El mítico encuentro de Jackson Hole la semana que viene, la reunión veraniega que mantienen los banqueros centrales en las montañas de Wyoming cada año, podría arrojar pistas sobre tanta incertidumbre.

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