• Desarrollaron unos miembros genitales huesudos con la forma de una L que les permitía trasferir el esperma
placodermos

La copulación y la fertilización interna surgió a través de unos peces prehistóricos llamados placodermos que poblaron la Tierra hace 385 millones de años, según un estudio que han publicado un grupo de científicos, Universidad de Flinders (Australia del Sur).

La copulación y la fertilización interna surgió a través de unos peces prehistóricos llamados placodermos que poblaron la Tierra hace 385 millones de años. Esta es la conclusión que se desprende de un estudio liderado por el paleontólogo australiano John Long, de la Universidad de Flinders (Australia del Sur), y publicado en la revista Nature, supone una de las grandes revelaciones de la historia de la evolución de la reproducción sexual.

Los extinguidos placodermos, primeros ancestros vertebrados de los seres humanos, fueron peces con mandíbulas con placas cortantes, medían unos 8 centímetros de largo y habitaban los antiguos lagos de Escocia y partes de Estonia y China.

La investigación muestra que los fósiles machos de los Microbrachius dicki, que pertenece al grupo de los antiarchios de los placodermos, desarrollaron unos miembros genitales huesudos con la forma de una L que les permitía trasferir el esperma a las hembras. Estas, por su parte, habían desarrollado pequeños huesos pares para asegurar los órganos masculinos durante la copulación. Long descubrió el año pasado cómo copulaban estos peces cuando estudiaba un hueso fósil de la colección de la Universidad de Tecnología en Tallin, Estonia.

Este fósil simboliza la forma más primitiva que se conoce de un órgano sexual y demuestra el primer uso de una fertilización interna y una copulación como una estrategia reproductiva conocida en los registros paleontológicos, de acuerdo al comunicado.

"Microbrachius significa pequeños brazos. Los científicos estuvieron desconcertados por siglos sobre la utilidad de estos pares de brazos huesudos. Hemos resuelto este gran misterio porque sabemos que servían para la copulación, para que el macho pueda posicionar su miembro en el área genital de la hembra", explicó Long.

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