- Quería demostrar sus buenas relaciones con la élite
- El CNI desconfió del presunto impostor desde el primer momento
EL joven Francisco Nicolás Gómez Iglesias, más conocido como pequeño Nicolás, tenía claro que quería entrar en el CNI, pos su "servicio de Estado", y sabía cómo podría conseguirlo. El joven, que se ha caracterizado por el gran desparpajo que le acompaña, se coló en una reunión de la Inteligencia española para después enviar un álbum con fotografías en las que aparecía acompañado de importantes personalidades.
'DEMASIADO ENTUSIASMO'
La razón de este envío era demostrar las buenas relaciones que mantenía con la élite española, algo que llegó multiplicó la desconfianza de los propios agentes del CNI, que veían en Francisco Nicolás a un joven con "demasiado entusiasmo", según ha informado este lunes La Razón.
El joven se ponía en contacto con el Centro para ofrecer sus servicios, pues como ha reconocido en sus recientes apariciones públicas, presume de tener un "sentimiento de Estado" que le lleva a ofrecer sus colaboraciones sin pedir un euro a cambio.
PROTOCOLOS DE SEGURIDAD
Francisco Nicolás aprovechó su visita al CNI para aprenderse bien los protocolos de seguridad que se aplican en el cuartel de Inteligencia, conocimientos de los que después presumía para consolidar su supuesta identidad de agente secreto.
Pero el motivo de la visita no tenía nada que ver con ninguna de las batallas que el presunto impostor ha pregonado a los cuatro vientos. En realidad, Nicolás simplemente acompañó a un empresario que quería invitar al director del CNI, el general Félix Sanz Roldán, a un desayuno informativo.
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