• El copiloto se negó a abrir la puerta y estrelló el avión de forma voluntaria
  • Investigan la familia y las relaciones personales del copiloto
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Brice Robin, el fiscal de Marsella a cargo de la investigación sobre el siniestro aéreo del vuelo de Germanwings en los Alpes, ha confirmado que el comandante de la nave abandonó la cabina para satisfacer sus necesidades fisiológicas, instantes antes de la catástrofe, y el copiloto se quedó al mando. En ese momento, procedió a bloquear la puerta y manipuló el aparato para iniciar un descenso controlado. El copiloto se llamaba Andreas Lubitz y tenía 28 años.

El copiloto del avión de Germanwings: ¿quién era Andreas Lubitz y qué vida tenía?

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Audio | Así transcurrieron los últimos minutos dentro de la cabina del avión

A la vista de las investigaciones, "la interpretación más plausible es que el copiloto, mediante una abstención voluntaria, se negó a abrir la puerta de la cabina al comandante y accionó el botón que ordenaba la pérdida de altitud". "Ignoramos totalmente la razón", pero podría interpretarse como "la voluntad de destruir este avión", ha explicado el fiscal durante una comparecencia ante los medios en Marsella.

En cuanto el comandante de la nave empieza a elaborar el plan de aterrizaje en Düsseldorf, "las respuestas del copiloto -Andreas Lubitz- se tornan lacónicas".

Según ha informado, la caja negra recuperada contiene 30 minutos de grabación de las voces de los tripulantes de cabina. "Durante los primeros 20 minutos, el tono de la conversación es normal", ha relatado Robin. Sin embargo, en cuanto el comandante de la nave empieza a elaborar el plan de aterrizaje en Düsseldorf, "las respuestas del copiloto -Andreas Lubitz- se tornan lacónicas".

En ese momento, el capitán del vuelo 4U9525, se ausenta de la cabina para satisfacer necesidades fisiológicas, según se desprende de la grabación de la caja negra. Lubitz aprovecha esta situación para accionar los mandos de la nave que inician el descenso del vuelo, manipulándolos, ha explicado el fiscal. Poco después, se comienzan a escuchar las llamadas de la torre de control, que no obtienen respuesta alguna por parte del copiloto.

Al final de la grabación se oyen gritos y un estruendo

Al mismo tiempo, se escuchan golpes en la puerta de la cabina que van incrementándose a medida que transcurren los minutos que duró el descenso, unos ocho, durante los que el avión cayó de cerca de 12.000 metros de altitud a poco más de 3.000. Al final de la grabación se oyen gritos y un estruendo, que hace pensar que el aparato chocó contra las rocas antes de la colisión final. Lubitz no profirió ni una palabra durante todo el descenso, el la grabación sólo se escucha su respiración.

El fiscal de Marsella también ha comentado a los periodistas que los pasajeros sólo se percataron de la situación que estaban viviendo en el último momento. Cree que las víctimas se pudieron enterar cuando la tripulación empezó a proferir gritos desde el otro lado de la puerta de la cabina de mando, instantes antes de la colisión mortal.

¿QUÉ PUDO MOTIVAR AL COPILOTO A ESTRELLAR EL AVIÓN?

Se desconocen por el momento las motivaciones de Lubitz para llevar a los 150 pasajeros que viajaban a bordo del Airbus A320 a la muerte, aunque el fiscal galo sí ha indicado que se descarta, por ahora, la hipótesis de un atentado terrorista. Preguntado insistentemente por los periodistas acerca de la nacionalidad o religión del copiloto, ha confirmado que era de origen alemán, pero desconocía su etnia o religión. "No aparece en la lista de terrorista, si es eso lo que pregunta", ha sentenciado ante los medios, para despejar toda duda.

El copiloto tenía la voluntad de destruir el avión, según el fiscal de Marsella

ha descartado Robin la teoría de un problema de salud, que se había apuntado durante las primeras 48 horas de la investigación. "A priori respiraba con normalidad (...) No era una respiración de alguien que estuviere sufriendo algún problema", ha asegurado.

Ha indicado que el copiloto se aprovechó de la ausencia del comandante, pero ha aclarado que "desconocemos si sabía de antemano que se iba a ausentar".

La opción de que la catástrofe se debiera a un accidente provocado, ya fue apuntada por Rémy Jouty, responsable del BEA (oficina de investigación de accidentes aéreos), durante la jornada del miércoles. Informa El País que, sin embargo, esta teoría se desechó a medida fue avanzando la investigación.

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Señala el medio que la trayectoria de descenso del avión ya había levantado sospechas entre los responsables de las pesquisas. El responsable de la investigación indicó que la trayectoria seguida por el avión “no es compatible con un avión controlado por los pilotos (..) tampoco por piloto automático”. Por tanto, precisa el diario, si el Airbus era manejado conscientemente hasta el final por los pilotos en su descenso, algo que no precisó el responsable de la investigación, hubiera seguido esa trayectoria sólo en caso de un accidente provocado.

De hecho, la pérdida de altitud constante durante más de ocho minutos ha sido uno de los ejes clave de la investigación. Este hecho ya llevó el mismo martes, día del accidente, a que se apuntara a un descenso deliberado por parte de la tripulación.

Esta teoría ha cobrado fuerza al conocerse que uno de los pilotos del avión de Germanwings se encontraba fuera de la cabina de mando antes del accidente, tal y como informaba al diario estadounidense The New York Times, que recogía la filtración de un oficial militar de alto rango involucrado en la investigación. Sin embargo un portavoz de la Lufthansa, grupo al que pertenece la operadora 'low cost' del Airbus A302, había indicado que se carecía de información que confirme este hecho.

LA SEGUNDA CAJA NEGRA Y TRANSPARENCIA CON LAS FAMILIAS.

El fiscal ha informado que esperan recuperar la segunda caja negra, de la que se recuperó la carcasa a última hora del miércoles, para conocer todos lo parámetros del vuelo. Espera que indique climatología, temperatura y datos del vuelo.

EL PRESIDENTE DE LUFTHANSA INSISTE EN QUE ES UN CASO AISLADO

Lubitz interrumpió su formación hace seis años por un período de tiempo prolongado

Un comportamiento impecable y completamente apto para volar, así ha descrito el presidente de Lufthansa, Carsten Spohr, al copiloto del vuelo de Germanwings que habría estrellado voluntariamente el vuelo 4U9525 en los Alpes. El alto directivo de la mayor compañía aérea de Europa ha defendido a sus pilotos y las estrictas medidas de seguridad a las que someten sus vuelos y el personal que los opera.

Sobre Lubitz ha indicado que comenzó a formarse con al compañía en 2008 y trabajó 11 meses como auxiliar de vuelo. Interrumpió, sin embargo, su formación hace seis años por un período de tiempo prolongado. Hecho acerca del que el presidente de Lufthansa se ha mostrado parco en detalles. Preguntado por los periodistas si fue por motivos relacionados con su salud, Spohr ha contestado: "De haber causas médicas, el secreto médico perdura más allá de la muerte”.

El copiloto que según apuntan las investigaciones fue responsable de la tragedia, era copiloto de Germanwings desde 2013 y había acumulado 630 horas de vuelo.

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