Estados Islámico ha reivindicado la cadena de atentados que han sacudido este viernes la capital de Yemen, Saná, en los que han muerto al menos 120 personas y han causado 300 heridos.
Los ataques han ido dirigidos contra mezquitas en las que se encontraban reunidos centenares de rebeldes huthis, que se han hecho en los últimos meses con el control del país árabe y obligaron al Gobierno a trasladarse a Adén en el suroeste del país, según ha informado Europa Press.
La organización terrorista ha señalado en Twitter que el ataque “es solo la punta del iceberg”, en un discurso similar al que emplearon para reivindicar los atentados contra el Parlamento de Túnez en el que murieron 23 españoles, entre los que hay dos turistas españoles.
LÍDER RELIGIOSO
Los terroristas han detonado varias explosiones. Dos han ido dirigidas contra el mismo centro de culto, la mezquita de Badr, en donde los terroristas suicidas se han inmolado tanto en el interior como a la entrada del edificio. Mientras, las demás explosiones han ido dirigidas contra la mezquita de Al Hashahush.
En los ataques ha perdido la vida el líder religioso huthi, Murtatha al Mahathawari, según ha añadido la agencia española, citando a la prensa yemení.
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