- Aguirre aseguró que no se enteró de las indicaciones
- La defensa de la política alega incoherencias en los testimonios
Esperanza Aguirre se ha encontrado con un nuevo contratiempo a la hora de defender ante el juez su versión de lo ocurrido el pasado 3 de abril en la calle madrileña de Gran Vía, cuando presuntamente se dio a la fuga después a pesar de la30s indicaciones de las autoridades.
Los tres agentes de Movilidad y los dos policías municipales implicados en el incidente aseguraron este lunes ante el juez que la política madrileña arrancó su vehículo a pesar de las indicaciones para que no lo hiciera.
'ME MIRÓ A LA CARA Y ACELERÓ'
"Cuando se montó en el coche, le dije que no lo arrancase. Ella arrancó, me miró a la cara y aceleró", aseguró uno de sus agentes en su declaración ante el juez Carlos Valle, según fuentes consultadas por El Confidencial.
Además, los agentes de Policía, que no pudieron escuchar las indicaciones por encontrarse dentro de su vehículo de patrulla, reconocieron ante el magistrado que los agentes de Movilidad gesticularon con las manos para ordenar a la presidenta del PP de Madrid que detuviera su coche.
Sin embargo, los letrados de la defensa han esgrimido durante todo el proceso que los agentes incurren en continuas contradicciones. Mientras, la acusación señala que estos errores se deben al paso del tiempo y que la esencia de las declaraciones es la misma.
NO LA DETUVIERON POR NO SER PELIGROSA
Además, los agentes implicados aseguraron que la política no fue detenida en ese momento porque se conocía su domicilio y se tenía constancia de que se trataba de una persona que no acarreaba peligro. De hecho, añadieron que apagaron las señales luminosas al entrar en la calle en la que vivie Aguirre para evitar que causara atropellos al ponerse nerviosa.
"Teniendo domicilio conocido y no siendo alguien peligroso no es preciso detener. Se realiza una comparecencia y se le llama en el juzgado", añadieron en la declaración, en la que también aseguraron que el tránsito en el lugar de los hechos "era el habitual".
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