- Por tráfico de influencias con un ex alto cargo del tripartito en el ayuntamiento de Montcada i Reixac (Barcelona)
- Es la primera sentencia de una pieza derivada del caso Mercurio
La sala civil y penal del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha condenado a un año y cuatro meses de prisión por un delito de tráfico de influencias al exsecretario de Organización del PSC y exdiputado del Parlament, Daniel Fernández; al exalcalde de Sabadell (Barcelona) Manuel Bustos y a su hermano, el exconcejal del municipio Francisco Bustos.
La sentencia, consultada por Europa Press, también les condena a pagar una multa de 60.000 euros y a una pena de cuatro años, seis meses y un día de inhabilitación para ejercer un cargo público. A la alcaldesa de la localidad de Montcada i Reixac, María Elena Pérez, le condena por un delito de prevaricación a una pena de siete años de inhabilitación para cargos público.
Es la primera sentencia de una pieza derivada del caso Mercurio y ahora cuentan con cinco días para recurrir la sentencia ante el Supremo. El PSC, por su parte, ha recibido la noticia explicando que en estos momentos no ocupan ningún cargo en el partido y que les retirará la militancia.
EL JUICIO
El proceso contra cuatro miembros del PSC por el supuesto ‘enchufismo’ de un ex alto cargo del tripartito, arrancó a finales de enero. En su declaración como acusado, Fernández, que dimitió a principios de 2015 como diputado, subrayó que se limitó a dar su "opinión" y a "colaborar" para buscar a un candidato para un "cargo de confianza" a petición de la alcaldesa, la socialista María Elena Pérez. Fue ella quien le propuso, dijo, a la candidata Carmina Llumà, que había ocupado un alto cargo en la Generalitat durante el tripartito de izquierdas.
Sin embargo, la alcaldesa reconoció ante el juez que sí recibió presiones del edil del ayuntamiento de Sabadell, Francisco Bustos -hermando del exalcalde-, para contratar a Llumà como responsable del área de urbanismo. Sin embargo, aseguró que no tomó en consideración las "apreciaciones" de Bustos y que acabó contratando a Llumà porque pensó que era la mejor candidata.
EL ENCHUFE
El tráfico de influencias y presiones a la alcaldesa de Montcada i Reixac se gestó en 2012 y quedó patente en varias conversaciones telefónicas entre los implicados que salieron a la luz durante las investigaciones sobre la corrupción generalizada en el ayuntamiento de Sabadell. Tras el proceso de selección para cubrir la vacante en Montcada, Llumà fue descartada por la empresa encargada y en una de las llamadas, Fernández decía: "Declaran no apta a nuestra candidata (...) Bueno, pues yo he dicho que cojan a la empresa y que al no apta le quiten el no".
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