• México y Nigeria fueron, de largo, los dos mayores abastecedores de crudo
  • La dependencia del crudo sigue generando un apreciable agujero en la balanza comercial

México, Nigeria, Arabia Saudí, Libia, Irán, Kazajistán, Iraq, Brasil, Noruega, Angola, Rusia y Reino Unido. Casi 87 de cada 100 barriles de petróleo que España compró en 2017 procedió de esta docena de países. Unas importaciones que marcaron un nuevo récord el año pasado, tras subir un 2,6%, hasta 65,84 millones de toneladas

México fue el país con una mayor cuota vendedora, al concentrar el 14,6% de las importaciones, seguido de Nigeria (14,4%), Arabia Saudí (9,7%), Libia (8,3%), Kazajistán (6,7%), Irán (6,7%), Brasil (6,3%), Iraq (6,2%), Noruega (4%), Angola (3,9%), Rusia (3,4%) y Reino Unido (2,4%).

Desde Cores, destacan que "las importaciones procedentes de Noruega, Libia, Irán y Kazajistán" han aumentado un 181,4%, un 101%, un 74% y un 55% respectivamente. También es destaclabe la subida del 45% en las importaciones desde Brasil.

Por el contrario, han bajado un 66% desde Guinea Ecuatorial, un 64% desde Colombia y un 56% desde Rusia. Otros países que han reducido sus importaciones han sido Azerbaiyán (-42%), Argelia (-36%), Egipto (-30%) e Iraq (-22%).

Además de estos países, España importó petróleo de Venezuela (1,6%), Argelia (1,5%), Egipto (1,5%), Colombia (1,4%), Canadá (1,4%), Azerbaiyán (1,4%), Camerún (1%), Guinea Ecuatorial (0,8%), Estados Unidos (0,6%) y Congo (0,6%).

Según los últimos datos publicados por la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES), las importaciones totales en 2017 fueron “las mayores desde que se disponen datos”.

El 32,6% de las importaciones llegó desde África, el 22,5% desde Oriente Medio, el 18,8% desde Europa y Euroasia, el 16,7% desde América del Norte y el 9,4% desde América Central y del Sur. Además, el 53,3% llegó de países procedentes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y el 46,7% desde países no OPEP.

LA FACTURA ENERGÉTICA

El fuerte crecimiento de la economía española explica este repunte del consumo, en un país que importa prácticamente el 100% del petróleo que necesita. En este escenario, la subida del precio del 'oro negro' (aunque contrarrestado en parte por la fortaleza del euro) aumentará el déficit energético de España en 2018, algo que ya ha ocurrido de manera importante en 2017.

Según los datos anuales del Informe de Comercio Exterior elaborado por el Ministerio de Economía, España importó petróleo y productos derivados por valor de 30.326 millones de euros durante el pasado año, una subida del 34,7% respecto a 2016.

Aunque al mismo tiempo, exportó productos relacionados con el Petróleo y los derivados por valor de 18.153 millones de euros, tras registrar una subida del 43,4%. El saldo negativo de este sector económico fue de 12.173 millones de euros, un 23,4% superior a los 9.862 millones del año pasado. Incluyendo las importaciones de gas y carbón, el déficit energético aumentó un 27,6%, hasta los 20.721 millones de euros.

Este aumento se debió en gran parte a la subida del petróleo. Durante 2017, el precio medio del barril Brent, que es la referencia en Europa, fue de 54,25 dólares, según datos de Statista. Una subida del 24,5% respecto a 2016, cuando el precio medio fue de 43,55 dólares.

Y en lo que llevamos de 2018, el precio medio del Brent se ha disparado un 27%, hasta 69,08 dólares, todavía lejos de los 99 dólares de 2014 o del récord de 111,63 dólares de 2012, pero por encima de las previsiones oficiales del Gobierno, que trabaja con una previsión de 54,8 dólares, según el Plan Presupuestario enviado a la Comisión Europea en octubre.

Como contrapartida, la apreciación del euro frente al dólar que se ha producido en los últimos meses. Si en 2017 el euro cotizó a una media de 1,13 dólares, durante 2018 esta media se eleva por ahora hasta 1,226 dólares. Es decir, durante 2017, para comprar un barril de petróleo Brent, hicieron falta 48 euros. En 2018, comprar el mismo barril ha supuesto 56,3 euros, un 17% más.

contador