Mientras la reciente publicación del IPC de la Zona Euro mostró que la región de la moneda única entró en terreno de deflación a finales de 2014, los economistas de Capital Economics analizan los efectos positivos y negativos del descenso en los precios.

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LOS EFECTOS POSITIVOS

“La principal razón por la que un periodo de deflación podría ser positiva para la economía es que la caída en los precios ha sido, de momento, impulsado enormemente por fuerzas exógenas a la Zona Euro”, explican estos expertos.

Un empujón al poder adquisitivo

Aparte del evidente desplome en el crudo, señalan que los precios de materias primas agrícolas y de alimentación también han bajado. “En apariencia, esto podría dar un empujón significativo al poder adquisitivo de los consumidores y empresas”, comentan y calculan que el descenso en los precios de energía por si solo podría aumentar los ingresos y gastos reales en al menos un 1%, lo que implica un 1% o más adicional al crecimiento en el PIB de la Zona Euro. “Junto con el impacto a las exportaciones gracias al euro más débil, esto podría dar un apoyo muy necesario a la frágil recuperación de la economía”, concluyen.

LOS EFECTOS NEGATIVOS

La deflación conlleva una demanda débil y el desempleo

No obstante, Capital Economics advierte que hay riesgos asociados que podrían no sólo contrarrestar los efectos positivos sino incluso superarlos. Estos economistas señalan que no es sólo energía y alimentación que bajan, sino que el descenso en los precios industriales no-energéticos refleja la debilidad general de la demanda en la economía y la gran sobrecapacidad del mercado laboral. “Es difícil considerar que esta deflación sea positivo para las perspectivas económicas”, afirman estos expertos.

Además, explican que el descenso en los precios pueden aumentar el efecto deflacionista si las expectativas de inflación también bajan, “lo que aumenta el riesgo de que los consumidores retrasen sus compras a la espera de precios más bajos con el correspondiente deterioro adicional en la demanda”.

La deflación requiere más austeridad y aumenta el miedo de default

En cualquier caso, estos expertos resaltan el mayor riesgo de todos: “Por último, hemos advertido muchas veces de los efectos devastadores de deflación, o incluso una inflación baja, sobre los esfuerzos de los países periféricos para consolidar su deuda”, recuerdan. Como ejemplo ponen a Italia y avisan que una deflación persistente podría aumentar su ratio de deuda pública al PIB, en vez de bajarlo. “Esto requeriría más austeridad dolorosa en los propios países endeudados y tendría un impacto adicional en la actividad en toda la Zona Euro al aumentar el miedo de los mercados sobre un posible default (impago de deuda soberana)”, explican.

NO SÓLO “SPAIN” SINO LA “EUROZONE IS DIFFERENT”

Podría reiniciar la crisis de deuda soberana

Capital Economics destaca que, al contrario de otras regiones que se pueden beneficiar de un periodo de caídas en los precios, es difícil que la deflación sea algo positivo para la Zona Euro. “De hecho, existe el peligro de que podría reiniciar la crisis de deuda la región y hacer dudar de la supervivencia de la unión monetaria en su forma actual”, concluyen estos expertos.

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