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La renta variable china ha sufrido en este arranque semanal una oleada de ventas que ha hecho mella en el ánimo de los inversores y ha arrastrado los índices continentales y de Hong Kong. El decimonoveno congreso del partido comunista ya ha quedado atrás y los inversores vuelven a centrarse en el esfuerzo de desapalancamiento de las autoridades, lo que está afectando a los rendimientos del mercado de bonos.
Así, en China el índice de Shenzhen se deja un 1,73%, mientras el Shanghai Composite lo hace un 0,77%. Hong Kong cae un 0,21%. Además de los bonos, los operadores también culpan de la venta masiva a un salto inesperado en las aprobaciones de IPO durante el fin de semana. Los reguladores aprobaron 9.500 millones de yuanes (1.430 millones de dólares) de acuerdos, el doble de los niveles recientes.
En otros lugares del mundo, el Nikkei acaba plano, mientras Tailandia y Malasia avanzan un tímido 0,14% y el Kospi lo hace un 0,21%. El ASX200 lo hace un 0,27%. Bombay sube un 0,31% y Singapur cae un 0,19%.
