- El yuan opera en máximos de tres semanas contra el dólar
Los inversores están dando la espalda al dólar. Una combinación de factores presididos por la reciente tormenta política que envuelve al presidente de los EEUU, Donald Trump, y a las investigaciones del FBI sobre sus relaciones con Rusia han sometido al ‘billete verde’ a una intensa presión vendedora que también tiene sus consecuencias en las monedas de los dos países que el republicano ha azotado más duramente en el pasado: México y China.
Aunque Trump parece vivir una luna de miel con su homólogo chino, el presidente Xi Jinping, todavía quedan cerca los días en que el yuan parecía condenado a sufrir ante la divisa estadounidense. Mientras mucho más cerca de EEUU, “si hay un país que debe estar sonriendo ante el destino del dólar, este debe ser México”, opina Stephen Davie, analista de Dragon Advisory. En yuan y el peso mexicano han experimentado una elevada volatilidad ante el retroceso del ‘billete verde’ y han tocado máximos de tres semanas durante la jornada del martes, cuando la moneda de EEUU recibió de pleno el rechazo de los inversores. Este miércoles, el yuan mantiene sus ganancias y se mueve en su mejor precio desde el 24 de abril en las 6,8788 unidades por cada dólar, pero el peso retrocede, tratando de mantener el nivel de las 18,63 unidades.
Cuanto más negativos se vuelven los titulares sobre Trump, más crece el sentimiento alcista sobre la divisa azteca
“Cuanto más negativos se vuelven los titulares sobre Trump, más crece el sentimiento alcista sobre la divisa azteca”, señala Davie. Aunque la moneda ha caído casi un 1,5% desde los máximos de ayer y cotiza alrededor de los 18,73 pesos, el analista sitúa el soporte en los 18,45 pesos, el mínimo del 17 de abril, como el siguiente nivel a batir. “Si rompe esta barrera, el peso puede continuar su escalada hasta los precios del 9 de noviembre de 2016.
Sin embargo, este experto espera que la acción continúe en la divisa azteca a lo largo de la semana ya que el jueves Banxico anunciará su decisión de política monetaria y aunque “está previsto un incremento de los tipos de un 0,25%, hasta el 6,75%, la subida de tasas puede incrementar aún más la volatilidad en el corto plazo”.
