- Trine Skei Grande, se ha visto envuelta en la polémica tras haber sido sorprendida este miércoles jugando a Pokémon Go
- Mientras se celebraba la sesión, un cámara ha mostrado como Grande se divertía jugando en el momento en que se había realizado una pregunta a un grupo de militares.
La lider del Partido Liberal noruego ha sido 'cazada' al más puro estilo Celia Villalobos. Trine Skei Grande, se ha visto envuelta en la polémica tras haber sido sorprendida este miércoles jugando a Pokémon Go en el Parlamento mientras se celebraba una sesión sobre las políticas de defensa del país.
Los liberales son uno de los apoyos clave en el Parlamento para la coalición que gobierna en minoría liderada por la primera ministra, Erna Solberg. Y mientras se celebraba la sesión, un cámara ha mostrado como Grande se divertía jugando en el momento en que se había realizado una pregunta a un grupo de militares.
"Es crucial que asumamos nuestra responsabilidad en la OTAN y en la Alianza Ártica con seriedad. Hemos estado hablando de temas muy importantes hoy", decía el segundo al mando del comité, Oeyvind Halleraker. "Algunos tenemos cabezas que funcionan mejor mientras hacemos algo automático que no requiere esfuerzo mental", se ha defendido Grande a través de un SMS mandado al periódico VG, que fue el primero en tratar la historia.
La 'pillada' recuerda a la que protagonizó en España la 'popular' Celia Villalobos, que fue grabada mientras jugaba en su tablet durante un discurso de Mariano Rajoy en el Parlamento. En aquel momento, Villalobos era vicepresidenta primera del Congreso. La dirigente del PP se defendió entonces, según aseguraron fuentes de la Cámara, alegando que estaba leyendo la prensa por Internet.
La aparición de Pokémon Go, hace poco más de un mes, ya ha mostrado claras consecuencias sociales pero también políticas. Este miércoles, Filipinas se ha convertido en el último país en prohibir el juego en instalaciones del Gobierno, una decisión en línea con otros países del sureste asiático, que han restringido el juego por sus efectos sobre la productividad, recoge Huffington Post.