• En total, la ofensiva común asciende a los 68.700 millones de dólares
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Justin Trudeau (Canadá), Donald Trump (EEUU), Donald Tusk (UE) y Emmanual Macron (Francia)

Es turno para los rivales de Estados Unidos. El proteccionismo de Donald Trump encontrará una respuesta contundente de todos los afectados por su política proteccionista esta semana en una nueva escalada de las tensiones, que según los analistas, no hará retroceder al presidente estadounidense.

La ofensiva china tendrá lugar este viernes. En total, Pekín hará efectivo un paquete de aranceles del 25% a 545 productos estadounidenses por valor de 34.000 millones de dólares en respuesta al ataque equivalente que el comercio del gigante asiático sufrió la semana pasada en productos aeroespaciales, tecnológicos y de robótica. Una réplica equitativa que podría ascender si la Casa Blanca aumenta la puja otros 16.000 millones de dólares que aún se encuentran bajo estudio.

Se trata de un ataque medido. El 95% de los productos a los que China apuntará tienen origen ganadero y agrícola, como el cerdo o la soja. Este último, vital para las exportaciones estadounidenses. Los granjeros ya han comenzado a sufrir las consecuencias de los aranceles sobre la leguminosa y la Universidad de Pardue asegura que las pérdidas para el sector ascenderán a los 3.000 millones de dólares con el gigante asiático comprando aproximadamente la mitad de la producción de soja de Estados Unidos, unos 14.000 millones al año.

Además, el Gobierno de Xi Jinping perseguirá de nuevo el negocio de la carne blanca estadounidense como principal consumidor de carne de cerdo del mundo. Una segunda embestida a un sector sensible a la demanda asiática y en manos de tradicionales votantes del partido republicano que podrían oponerse a la figura de Trump en las próximas elecciones de noviembre.

EL TLCAN SE PONE EN PIE

Las negociaciones para obtener un nuevo Tratado de Libre Comercio en América del Norte (TLCAN) no terminan de fructificar en un acuerdo. Tanto Canadá como México ya han presentado sus réplicas al proteccionismo de la Casa Blanca con las granjas y campos de cultivo estadounidenses como objetivo común.

La Administración de Justin Trudeau activó este domingo un arancel del 10% a productos de fuerte tradición en Estados Unidos como el chocolate, el ketchup, el yogurt, la carne, el zumo de naranja o la sopa, por valor de 12.500 millones de dólares. La ganadería es el principal punto de desacuerdo entre el Ejecutivo canadiense y Donald Trump para alcanzar un nuevo tratado y Ottawa no rebajará sus aspiraciones de proteger su economía y un sector esencial para el país, opinan los analistas.

Por su parte, México ya anunció a principios de junio su respuesta a los aranceles de EEUU al acero y aluminio con un impuesto del 10% a la producción agrícola estadounidense que se duplicará este jueves. El mercado porcino también será un objetivo del país sureño como comprador de 1.000 millones de dólares de productos de este género en 2017 y como principal destino de las exportaciones de este sector en Estados Unidos.

En total, la réplica de México ascenderá a los 3.000 millones de dólares y a un tercio de las exportaciones agrícolas estadounidenses junto al programa de Canadá. Y el ataque podría no terminar aquí. Según apunta Reuters, el Ejecutivo mexicano anunciará medidas adicionales por valor de 3.300 millones de dólares sobre las importaciones de maíz y soja de sus vecinos del norte próximamente.

EUROPA GOLPEA LA FIGURA POLÍTICA DE TRUMP

Europa opina que nada hará retroceder al presidente de acabar con una relación comercial que considera "injusta". Por ello, la estrategia del bloque pasa por echar a Trump de su silla. La respuesta de la Unión Europea al proteccionismo estadounidense se hizo efectiva hace menos de dos semanas y está fríamente calculada para perjudicar a los votantes republicanos.

En total, la Comisión Europea anunció su ataque de 3.200 millones de dólares a productos como el bourbon, las motocicletas, los vaqueros o la crema de cacahuete y que ya ha obtenido la respuesta de un icono nacionalista como Harley Davidson. El mediático fabricante de motos puso en conocimiento de la Casa Blanca su intención de desplazar parte de su producción fuera del país en apenas nueve meses para "aliviar" el efecto del impuesto aduanero europeo. Un anuncio que no especificó a dónde se transferirá el negocio ni cómo afectará a EEUU.

Y la batalla continuará en el terreno de los motores. Trump ha anunciado su intención de aplicar un gravamen del 20% a las importaciones de automóviles europeos con opción a recrudecerse "hasta que no circulen más Mercedes en la Quinta Avenida de Nueva York". Los fabricantes alemanes han advertido al Gobierno de que tal decisión dejaría sin trabajo a miles de ciudadanos estadounidenses.

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