• Se ha convertido en el gran candidato de la izquierda. El socialista Hamon está prácticamente desaparecido
  • Este domingo se celebra la primera vuelta de las elecciones galas; la segunda será el 7 de mayo entre los dos candidatos más votados
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Este domingo los franceses van a tomar una de las decisiones más importantes de su vida. En medio de un clima de miedo y terror, tras el último atentado del Estado Islámico en París a tres días de las elecciones, los galos se enfrentan a la primera vuelta electoral para elegir al Presidente de la República con el bipartidismo prácticamente desaparecido. Parecía cosa de dos, entre el centrista Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen, pero una sorpresa de última hora podría hacer temblar los cimientos de Francia y de la mismísima Europa: el auge en las encuestas del candidato de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, añade incertidumbre al ya de por sí convulso escenario político.

No es nada descabellado que Mélenchon pueda convertirse en uno de los candidatos más votados y acceda a la segunda vuelta

En los últimos días son muchos los que se han preguntado por las razones que explican la abrumadora subida de Mélenchon en las encuestas, logrando recortar distancia con Macon y Le Pen e, incluso, le disputa el tercer puesto al candidato del Partido Republicano, François Fillon. No es nada descabellado que pueda convertirse en uno de los candidatos más votados este domingo y pueda acceder a la segunda vuelta de las elecciones, que se celebrará el próximo 7 de mayo.

Sobre todo, porque en Francia aún hay más de un 30% de votantes indecisos y una gran volatilidad sobre la intención de voto, declarada por los propios ciudadanos galos, lo que acrecienta la sensación de incertidumbre ante el empate técnico a cuatro que hay en estos momentos (la diferencia de intención de voto que presentan los candidatos, de apenas unos puntos porcentuales, entra dentro del margen de error de las encuestas), y hace del todo impredecibles estos comicios.

ABUELOS MURCIANOS Y VALENCIANOS

Mélenchon, que ha sido ministro del Partido Socialista francés, lleva 30 años en política pero ha sabido renovarse y presentarse como una opción para los galos ante la desafección que genera el bipartidismo tradicional, y que ha llevado al candidato socialista, Benoît Hamon, a desaparecer prácticamente de las encuestas. Nacido en Tánger y con abuelos españoles (eran de Murcia y Valencia), sus propuestas son bastante similares a las de la candidata de Frente Nacional, Marine Le Pen: ambos proponen medidas proteccionistas, la salida de Francia de la Unión Europea y de la OTAN, y se disputan el voto proletario. ¿A qué se debe su éxito y qué podría suponer?

“La remontada de Mélenchon de este último mes se debe principalmente a su popularidad, alcanzada en los debates televisivos, y a la adopción de un estrategia electoral que ha sabido atraer el interés de los votantes de clases populares más castigados por la crisis (que, hasta entonces, mostraba su apoyo a Le Pen)”, explica Ismael Sánchez, graduado en Derecho y Ciencias Políticas y consultor de comunicación en Asesores de Comunicación Pública.

Mucho se habla en los últimos días de un posible escenario para la segunda vuelta electoral en el que Le Pen y Mélenchon se disputen la presidencia de la República, algo que el propio presidente francés, François Hollande, ha dicho ver con “temor”. Incluso, los expertos reconocen que sería la opción que produciría un mayor resentimiento en los mercados. Sobre esto ha hablado Nick Peters, gestor de multiactivos de Fidelity, que dice que “tras la remontada de última hora de Jean-Luc Mélenchon en las encuestas, los mercados se han puesto más nerviosos ante los riesgos que plantean las elecciones francesas”.

"Tras la remontada de última hora de Jean-Luc Mélenchon en las encuestas, los mercados se han puesto más nerviosos"

No obstante, apunta que aunque “no es imposible que se enfrenten en segunda vuelta Mélenchon y Le Pen, en estos momentos es improbable”, sobre todo porque el candidato de extrema izquierda, a pesar de su reciente remontada, “sigue estando claramente por detrás de Macron y Le Pen y sus probabilidades de superar la primera vuelta son aproximadamente las mismas que las de François Fillon”. Además, Peters afirma que si se produce el escenario más improbable, tanto Mélenchon como Le Pen “se enfrentarían a fuertes obstáculos políticos y constitucionales para llevar a la práctica su postura antieuropeísta”, lo que generaría “elevados niveles de volatilidad” pero limitaría “el recorrido bajista” de los mercados a largo plazo.

EL VOTO DE LOS FRANCESES

Ningún experto quiere descartar la posibilidad de una segunda vuelta entre Le Pen y Mélenchon, aunque recuerdan que por tradición se dice que los franceses votan en la primera vuelta con el corazón y en la segunda con la cabeza. “Estas elecciones de 2017 están despertando una incertidumbre inédita en Francia”, reconoce Sánchez, que considera al candidato de Francia Insumisa como “el nuevo abanderado de la izquierda” dado que ahora mismo no hay ninguna alternativa mayoritaria que compita con él para este puesto. “El candidato socialista, Benoît Hamon, ni está ni se le espera, más cuando su espacio electoral ha sido ocupado por Mélenchon” y cuando Hollande y Manuel Valls, exprimer ministro francés socialista, apoyan a Macron antes que al candidato de su propio partido.

Por su parte, el politólogo y abogado Eduardo Bayón, que además es editor de Debate21, señala que en la campaña ha quedado patente que Mélenchon pretende “construir una nueva identidad que desborde el tradicional eje izquierda-derecha, sobre una base de patria plebeya acompañada de los valores tradicionales del republicanismo francés”. Un mensaje que parece haber calado entre los electores, que han empezado a verle como una alternativa a la extrema derecha populista del Frente Nacional.

Mélenchon ha sido definido como el Pablo Iglesias galo, en referencia al líder de Podemos, quien precisamente este viernes le ha acompañado en su cierre de campaña en París junto a otros dirigentes de la formación morada, que se han desplazado a Francia para apoyar al candidato “de la fraternidad frente a la amenaza de la xenofobia y la austeridad”, como le definen desde el propio partido español.

“El candidato de Francia Insumisa se presenta como la opción transformadora capaz de frenar el avance de Le Pen, en contraposición con el continuismo de Macron”, dice Bayón, que remarca que Mélenchon capta también “el voto socialista huérfano tras cinco años desastrosos con Hollande y Valls al frente del ejecutivo y con un Partido Socialista al que su élite dirigente ha condenado a muerte”. Según el experto, “la situación del candidato socialista y la posición en las encuestas que ahora tiene Mélenchon puede llevar a que parte del voto útil de la izquierda vaya a él”.

Macron es un candidato "atípico" y no convence a los socialistas, que "no se sienten identificados" con él, por lo que Mélenchon se está haciendo con este caladero de votos

Una opinión que comparte Javier Barraycoa, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Abat Oliba CEU. Tal y como dice, en anteriores elecciones “el voto socialista solía abstenerse en la primera vuelta y votaba en la segunda”, pero esta vez las opciones que hay sobre la mesa y podrían convencer al electorado de izquierda o no gustan -el caso de Hamon- o son tan “atípicas” -el de Macron- que no convence porque “los socialistas no se sienten identificados” con él, por lo que Mélenchon se está haciendo con este caladero de votos.

“Ahora es el único candidato de la izquierda”, dice Barraycoa, que considera que si el candidato de Francia Insumisa llega a la segunda vuelta con Le Pen “cambiaría todo el escenario geopolítico, y por eso hay tanto nerviosismo en los mercados”. Recuerda el experto que Mélenchon ha “resucitado el rechazo a Alemania, que está en la conciencia colectiva de los franceses”, y ha recordado a Angela Merkel que es la canciller germana, no de toda Europa. También ha hecho varios guiños al presidente de Rusia, Vladimir Putin, “al que muchos no ven como un enemigo, sino alguien capaz de gobernar su país sin problemas frente a la burocracia gris y oscura que hay en la UE, donde parece que no gobierna nadie”. Si este escenario se produce, el de una segunda vuelta entre Mélenchon y Le Pen, todo va a depender del voto de la derecha, porque “una cosa es votar a un socialista moderado” y otra muy distinta, remarca el profesor, es apoyar a un “populista de izquierdas”.

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