• Al exministro 'popular' se le atribuye la presunta comisión de delitos fiscales, blanqueo de capitales y corrupción de particulares
  • Su secretaria y su presunto testaferro permanecieron dos días en los calabozos
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El exvicepresidente del Gobierno y exdirector-gerente del FMI, Rodrigo Rato, declarará hoy en calidad de imputado ante el juez de Instrucción 31 de Madrid, Antonio Serrano-Arnal. Al exministro 'popular' se le atribuye la presunta comisión de delitos fiscales, blanqueo de capitales y corrupción de particulares por presuntas irregularidades detectadas en su patrimonio de las que tendrá que responder, a partir de las once de la mañana.

Su secretaria y su presunto testaferro permanecieron dos días en los calabozos

Serrano-Arnal le interrogará después del repunte en la instrucción experimentado la pasada semana. Rato fue conducido ante la Guardia Civil el pasado jueves y sometido durante más de cuatro horas a las preguntas de los agentes mientras que dos de sus más estrechos colaboradores --su secretaria Teresa Arellano y el supuesto testaferro Miguel Ángel Montero-- no tuvieron la misma suerte y permanecieron dos días en calabozos antes de pasar a disposición judicial.

En tan sólo tres días la instrucción de la causa sufrió un fuerte impulso y el procedimiento pasó de tener tres a nueve imputados, cuatro de ellos, directivos de empresas de publicidad que se beneficiaron de contratos con Bankia.

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UN JUEZ QUE NO QUIERE EL CASO

El juez continúa avanzando en la investigación a pesar de su evidente deseo por desembarazarse de ella. El pasado viernes, después de dejar en libertad a Arellano y Montero e imponerles comparecencias mensuales, dictó un auto en el que solicita al Supremo que decida sobre la competencia que, en su opinión, debería ser de la Audiencia Nacional.

La investigación ha quedado dividida en tres líneas básicas que confluyen en la empresa Kradonara, de la que Rato es "el beneficiario último" a través de la sociedad británica Vivaway y que fue constituida por otro de los imputados, el abogado y presunto testaferro Domingo Plaza.

Esta sociedad de escasa actividad, constituida en 2001, cambió radicalmente a partir de 2011, momento en el que pasó a dedicarse a la prestación de servicios de consultoría, dice el juez. A partir de ese punto comenzó a recibir grandes cantidades de divisas, que el magistrado cifra en 6,5 millones de euros, y que proceden de transferencias de tres empresas: la británica Vivaway, la panameña Westcastle Corporation y Red Rose, radicada en Bahamas.

Esta primera línea se cruza con una segunda en la que aparecen dos empresas de publicidad que disfrutaron de contratos con Bankia durante la presidencia de Rato. Zenith y Publicis pagaron comisiones por importe de 800.000 euros a cambio de estos anuncios y más de la mitad se derivaron a otra empresa relacionada con Rato y con su exmujer, Ángeles Alarcó. Se trata de la compañía Bagerpleta, con sede en Alemania y propietaria de un hotel en Berlín.

Bagerpleta encabeza la tercera línea de investigación. El juez asegura que recibió, no sólo el dinero de las comisiones de los contratos publicitarios, sino un millón de origen desconocido remitido por Kradonara y Vivaway, otros 100.000 euros procedentes de Telefónica e "ingresos defraudados a Hacienda procedentes de la asistencia de Rato a congresos y conferencias".

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NUEVE IMPUTADOS

La causa afecta, por el momento, a nueve imputados. Además de Rato, Arellano y Montero, el juez atribuye los mismos tres delitos a otro de sus presuntos testaferros, Alberto Portuondo, --el único que ha sido enviado a prisión-- y su socio y abogado Domingo Plaza. Serrano-Arnal también mantiene la imputación sobre la directora general de Zenith, Candi Rodríguez, el consejero delegado de Publicis, Xabier Olazábal, así como dos directivos de ambas sociedades.

No es la primera vez que Rato acude ante el juez. Compareció en el Juzgado el pasado mes de julio pero se negó a declarar hasta conocer el nuevo informe que la Oficina Antifraude está elaborando sobre el material incautado en su domicilio y su despacho.

El caso Rato estalló el pasado mes de abril, cuando el exvicepresidente del Gobierno fue detenido

El caso Rato estalló el pasado mes de abril, cuando el exvicepresidente del Gobierno popular de José María Aznar fue detenido, si bien su arresto se limitó al tiempo que duraron los registros en su vivienda y en su despacho, unas siete horas. Esta medida se produjo tras una denuncia presentada por la Fiscalía de Madrid en los juzgados de Instrucción de Madrid.

Posteriormente, el juez Serrano-Arnal citó a declarar a Rato el pasado 22 de julio pero el exvicepresidente del Gobierno se negó a contestar a las acusaciones formuladas por la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) y la Fiscalía Anticorrupción que apuntan a que empleó un "complejo entramado societario" para cometer varios delitos fiscales, blanqueo de capitales y alzamiento de bienes.

Por su parte, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, ante quien Serrano-Arnal se inhibió sin éxito, por el momento, mantiene imputado a Rato por la fusión y posterior salida a Bolsa de Bankia y por las tarjetas 'black' utilizadas por los directivos de dicha entidad.

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