- El PP quiere evitar una reforma más profunda que pueda afectar a la distribución del territorio y a la Monarquía
El presidente del Gobieno, Mariano Rajoy, va dando muestras, cada vez más claras de que está dispuesto a enfilar la senda de la reforma constitucional, eso sí, de la mano del consenso y el acuerdo entre todas las fuerzas, especialmente las catalanas. Ante la inminencia del 27-S y a la espera de que las elecciones en Cataluña aclaren el mapa político, el jefe del Ejecutivo está trazando un plan para tender la mano a los nacionalistas moderados y abordar cambios en la Carta Magna que contemplan estos partidos, especialmente los catalanes.
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Explica La Vanguardia que Rajoy cree imposible abrir la caja de Pandora de la reforma constitucional sin el acuerdo de las fuerzas de esta comunidad, por más que se esfuercen en desvincular las posibles modificaciones al texto constitucional del proceso soberanista catalán.
Los planes de los populares, explica el rotativo del Grup Godó no pasa por presentar un proyecto propio, porque sabe que no sería aceptado, si no que tiene como base para empezar a trabajar un informe del Consejo de Estado de 2006 com base para empezar a trabajar. Sobre este texto se podría llegar a aceptar incluso el hecho diferencial catalán, que se incluiría en el concepto más amplio del reconocimiento de nacionalidades y regiones dentro del Estado, además de dejar clara la distribución de competencias.
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Rajoy persigue la estabilidad política ahora que ya hay estabilidad económica
EVITAR EL MAL MAYOR
Según La Vanguardia, el presidente del Gobierno partiría de la base que ahora que ya hay estabilidad económica se pueda alcanzar también la estabilidad política. También quiere evitar el PP una reforma más profunda de la Constituación que afecte a la distribución del territorio y a la monarquía.
Según el rotativo catalán, el proceso que se plantean los populares tiene varias fases. En primer lugar, esperar a que pasen las elecciones 27S para ver distribución fuerzas en el Parlament de Catalunya. Después, el PP pasaría a pedir un apoyo mayoritario de cara a las elecciones generales, a las que se presentarán como los únicos capaces de llevar a cabo las reformas, detalla el medio.
Después, tras las elecciones, se plantean hablar con resto partidos sobre los cambios que finalmente se aplicarían a la Constitución.
El diario también explica que el presidente del Gobierno lleva un año madurando la opción de la reforma constitucional y cita fuentes que aseguran que uno de los que más ha influido en la decisión de Rajoy ha sido el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, “que siempre ha mantenido una posición de mano tendida y diálogo para solucionar la cuestión catalana”.
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