• Salvo sorpresa, Putin se mantendrá en el poder seis años más desde que ganara sus primeras elecciones en febrero del 2000
  • Un comunista millonario, un conocido político de ultraderecha y una activista liberal son los principales candidatos para liderar la oposición
putin bandera

Las encuestas dan a Vladimir Putin como vencedor. Sin una oposición firme, parece que las elecciones del domingo en Rusia se saldarán con la victoria del presidente, que renovará su puesto al frente del país desde que consiguiera por primera vez la mayoría de votos en febrero del 2000. El mandatario ruso se presentará este año de manera independiente, tras desligarse del partido Rusia Unida. Una decisión que, según los expertos, beneficiará la imagen de Putin frente al electorado, con mayor popularidad entre los ciudadanos que el propio partido.

La ausencia de una oposición fuerte ha desatado críticas por todo el continente, con un apoyo previsto del 70% de los votos a la candidatura en solitario de Putin. Ante los reproches, el mandatario ha declarado públicamente si debe de ser él quien "entrene rivales", respaldando un entorno político más competitivo, que por desgracia no se da.

"Nuestro sistema político, como económico, debería ser competitivo, y ese es mi objetivo. Me gustaría que hubiera un sistema político balanceado, la competencia es vital. No tenemos perfiles de alto nivel en la oposición que puedan competir con aquellos en el poder", explicaba Putin durante su campaña presidencial de las últimas semanas.

Pero, ¿quién es exactamente esta oposición de 'bajo nivel' para el presidente?

Las encuestas dan como segundo a Pavel Grudinin, un hombre de negocios apoyado por el Partido Comunista, quien ha hecho fortuna manejando extensivos campos de cultivo a las afueras de Moscú bajo el antiguo modelo soviético de las cooperativas. Las encuestas le otorgan un 7,1% de los votos gracias a sus fuertes discursos contra la corrupción.

"No tenemos perfiles de alto nivel en la oposición que puedan competir con aquellos en el poder", Vladimir Putin

En tercer lugar, con un 5,6% de los votos, se encuentra Vladimir Zhirinovsky, un conocido patriota de ultraderecha y líder del Partido Liberal Demócrata de Rusia o LDPR. Estas serán las quintas elecciones del candidato, quien recientemente ha elogiado las sanciones internacionales impuestas sobre Rusia, asegurando que ayudarán a la economía doméstica.

Por último, y con apenas el 1% de los votos, se encuentran Ksenia Sobchak y Grigory Yavlinsky. La primera, una conocida presentadora de TV en Rusia que se ha hecho un hueco en la política gracias a su ferviente activismo político, liderando el movimiento Iniciativa Cívica. Su padre, Anatoly Sobchak, fue una de las piezas fundamentales de la caída de la Unión Soviética y el descubridor de un oficial de medio rango del KGB de nombre Vladimir Putin, a quien dio su primer empleo en la política. La hija del mentor del presidente aboga por la privatización de toda empresa de propiedad estatal, por el rechazo a la financiación de instituciones religiosas, por una mayor apertura frente a Europa y por la condena de la anexión de Crimea. Su irrupción en las encuestas ha crispado al resto de los candidatos, con Zhirinovski tildando de "cretina" o incluso de "prostituta" a Sobchak durante los debates televisivos de las últimas semanas.

El co-fundador del partido liberal Yabloko, Grigori Yavlinsky, ha conseguido escalar de manera tímida en las encuestas gracias a un mensaje liberal para los mercados, de mayor apertura a Europa y con una postura más permisiva de las libertades civiles. En cualquier caso, su resultado estará lejos de ser útil para desbancar a Putin.

Con una casi segura victoria por parte del presidente, el magnate ruso se asegurará otros seis años al frente del país, con un apoyo popular fiel que no se disipa pese a la mala coyuntura económica reciente, motivada por la caída del precio del crudo. Las previsiones futuras de crecimiento son mejores para Rusia, sin embargo, la economía no es uno de los puntos fuertes del discurso de Putin. El líder ruso continúa cultivando una imagen nacional férrea frente al resto de Europa, cautivando al electorado a través de discursos centrados en la geopolítica y el patriotismo. Un mensaje que le ha proporcionado éxitos durante las dos últimas décadas.

Ksenia Sobchak

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