• Hay mucha gente, especialmente de clase media, que ve en Mas una garantía para seguir dentro del proceso, apuntan desde CDC
  • Los convergentes piensan que retirar a Mas es como hacer un favor a Madrid
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Desde las filas de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) se confía en que el próximo president de la Generalitat será Artur Mas. Pero han pasado 10 días desde el 27-S y las negociaciones con la CUP, que tiene la llave de la investidura del todavía president en funciones, parecen haber alcanzado un punto muerto en este terreno.

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Los pesos pesados del partido no quieren ni plantearse una alternativa porque están convencidos de que se va a materializar un pacto con la candidatura que encabeza Antonio Baños, por más que desde las filas cupaires se haya dicho por activa y por pasiva que de Mas, ni hablar. De momento, en la CUP se han autoimpuesto silencio hasta el jueves, 8 de octubre, cuando darán una conferencia política a partir de las 19:00 horas para explicar "el posicionamiento de la organización ante los retos surgidos tras las elecciones plebiscitarias y constituyentes" del 27-S.

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Se espera que sea entonces cuando desvelen su postura definitiva hacia las negociaciones y hacia la figura de Mas. En El Mundo, Casimiro García-Abaladillo cita fuentes de CDC que señalan que “el no acuerdo nos lleva a una situación mucho peor, que implicaría la búsqueda de otra alternativa que no deseamos”.

Pero el tiempo avanza inexorable hacia el 9 de noviembre, la fecha límite en al que debe materializarse la investidura -por mayoría absoluta en primera vuelta o simple en la segunda- y ni desde un lado ni desde el otro parece que se afloje en este punto.

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ACTIVO IMPRESCINDIBLE

La vicepresidenta del Govern en funciones, Neus Munté, también destacaba a Mas como un “activo imprescindible para el proceso”. Una opinión que parece extendida entre las filas convergentes, por cuatro motivos que resume el diario Ara:

En primer lugar por estrategia negociadora. Los responsables de las negociaciones se han centrado en pactar una hoja de ruta por ahora y dejan el debate sobre los nombres en segundo plano, por ahora.

CDC: Hay mucha gente, especialmente de clase media, que ve en Mas una garantía para seguir dentro del proceso

El papel de Mas en el proceso es un motivo también de peso. "Hay mucha gente, especialmente de clase media, que ve en Mas una garantía para seguir dentro del proceso", señala un dirigente consultado por el medio catalán. "Y esto también pasa con parte de los empresarios", explica.

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Para mandar un mensaje al Ejecutivo central. El Ara también considera que los convergentes piensan que retirar a Mas es como hacer un favor a Madrid. De hecho, en esta línea se manifestaba la semana pasada el coordinador general de CDC, Josep Rull: "Lo que no ha conseguido el Estado lo logra el proceso".

No hay relevo para Mas. Es la franca realidad: en el partido, que está embarcado en un proceso de renovación profunda, no se ha materializado un líder que pueda sustituirle hoy por hoy y necesitan el tiempo que el mismo president de la Generalitat en funciones se ha dado, avisando de que esta podría ser su última legislatura: hasta 2017.

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