- Las protestas entre los grupos que defienden a los refugiados no se han hecho esperar
- La valla tiene 200 metros de largo y 3,5 metros de alto
Noruega ha decidido acabar con el aumento del influjo de inmigrantes que se produjo el año pasado, cuando miles de refugiados llegaron a Europa escapando del conflicto que sacude Siria y del Estado Islámico, levantando una valla en su frontera con Rusia. La estructura de acero que se está erigiendo ha desatado la polémica, y los grupos que defienden a los refugiados ya han protestado contra esta decisión.
El Gobierno noruego defiende la decisión alegando que se trata de una medida necesaria para incrementar la seguridad
La valla tiene 200 metros de largo y 3,5 metros de alto, y se ha instalado a lo largo de la frontera en Storskog. El Gobierno noruego, recoge Europa Press, ha defendido la decisión alegando que se trata de una medida necesaria para incrementar la seguridad, aunque son muchas las críticas que ha recibido por ello.
Y es que durante décadas Noruega ha sido considerada como un paraíso para los que buscan asilo, algo con lo que las autoridades quieren acabar. Es por ello que se ha erigido la valla en un punto por el que el año pasado entraron 5.500 inmigrantes, en su mayoría sirios, y que demuestra el importante cambio en la actitud que se ha producido frente a los refugiados.
DIFICULTAR LA ENTRADA POR LOS BOSQUES
La valla terminará de instalarse en las próximas semanas, antes de que comiencen las heladas de invierno, con el objetivo de dificultar la entrada al país a través de los bosques. "La puerta y la valla son medidas responsables", ha defendido el viceministro de Justicia, Ove Vanebo. Hay que recordar que tanto Moscú como Oslo se han encargado de detener a los refugiados que han elegido la ruta ártica, por considerarla menos peligrosa que cruzar el Mediterráneo en barco. El Directorio Noruego de Inmigración ha asegurado que en lo que va de año nadie ha pedido asilo político a través de esa vía.
"No veo la necesidad de una valla. Ya hay demasiadas vallas en Europa", ha asegurado el alcalde de la región de Soer-Varanger, Rune Rafaelsen, refiriéndose a las vallas en Hungría. Y no es el único que lo ha criticado. El Partido Laborista en la oposición noruega ha recordado que las relaciones civiles mejoraron tras la caída del Telón de Acero y ha alertado de que la valla es un paso hacia atrás.
"Tenemos la obligación de ser un país al que la gente puede venir", ha remarcado por su parte un miembro del grupo Refugees Welcome en Noruega, Linn Landro. "La valla manda un mensaje muy negativo, también a Rusia, a quien estamos diciendo que no confiamos en ellos", ha concluido.
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