• El tiempo transcurrido en estos meses desde las elecciones del 20 de diciembre ha demostrado que la única alternativa de Gobierno era la del Partido Popular
  • Rajoy ha ofrecido que busquen en el consenso en: el sistema de pensiones, el impulso del diálogo social para apuntalar la economía y la creación de empleo
Rajoy_Parlamento

Mariano Rajoy ha acudido al Congreso para someterse a una segunda sesión de investidura en apenas dos meses. La urgencia en esta ocasión es mayor porque, tras fracasar en agosto, el reloj de arena para formar gobierno empezó a correr y las terceras elecciones se posicionaban en el horizonte. Pero el calendario también afectó el resto de partidos, en concreto al PSOE, que en esta ocasión tiene una posición con respecto a la esta candidatura.

Esta vez el líder del PP se mostraba más sonriente a la hora de colocar los papeles en el atril para arrancar con el discurso que, previsiblemente, quitará "en funciones" de su cargo de Presidente del Gobierno. Debemos formar "un Gobierno estable, duradero y que genere confianza", señalaba a los miembros de la Cámara baja. "Fiable, previsible y traquilizador", son los adjetivos que añadía al Ejecutivo que espera que salga de esta sesión.

Su principal objetivo ha remarcado que es evitar que la Legislatura no fuera estéril. En cualquier caso, en su opinión, el tiempo transcurrido en estos meses desde las elecciones del 20 de diciembre ha demostrado que la única alternativa de Gobierno era la del Partido Popular. En este sentido, ha dicho que, aunque no pretendía "blasonar" los resultados obtenidos por el PP ni "hacer ostentación de los mismos", sí quería señalar que "parece razonable" que gobierne la fuerza política que tiene más apoyos entre los ciudadanos. Y ha precisado que si esta circunstancia no fuera suficiente razón, el tiempo se ha "encargado de demostrar" que la única "alternativa" de Gobierno que hay en España en estos momentos es la de su partido.

Mariano Rajoy ha admitido que no serán fáciles los consensos entre partidos diferentes

CINCO GRANDES ASUNTOS DE ESTADO

En su hoja de ruta pide a sus aliados o "futuros aliados" cinco grandes asuntos de Estado. Rajoy ha ofrecido que busquen en el consenso en: el sistema de pensiones, el impulso del diálogo social para apuntalar la economía y la creación de empleo, el modelo educativo, el sistema de financiación autonómica y la corrupción.

En todos estos capítulos se ha comprometido a tomar medidas inmediatas si es elegido presidente y ha anunciado plazos concretos. También ha asegurado que quiere contar la colaboración a los agentes sociales, de la comunidad educativa y de las comunidades autónomas, para que contribuyan en los asuntos que les atañen de esos grandes pactos de Estado. El candidato ha admitido que no serán fáciles los consensos entre partidos diferentes pero ha asegurado también que han sido capaces de ponerse de acuerdo "en asuntos y momentos excepcionales". "No partimos de cero", les ha dicho.

URGENCIA CON LOS OBJETIVOS DE ESTABILIDAD Y DEUDA PÚBLICA

Ante los presentes ha insistido en la intención de recuperar el tiempo perdido. Mariano Rajoy ha anunciado este miércoles que si resulta investido, el nuevo Ejecutivo remitirá "en los próximos días" a las cámaras los objetivos de estabilidad presupuestaria y deuda pública, así como el límite de gasto no financiero del Estado.

Así lo ha señalado el candidato nombrado por el Rey durante su intervención en la primera sesión del debate de investidura, en la que ha avanzado que si consigue la confianza del Parlamento y resulta investido, el nuevo Ejecutivo que se conforme remitirá los objetivos de estabilidad presupuestaria y el techo de gasto al Congreso y al Senado en los próximos días.

Dado que la segunda votación del debate de investidura está convocada para el sábado por la tarde, cuando previsiblemente Rajoy obtenga el respaldo del Congreso y resulte investido presidente, el nuevo Ejecutivo no remitirá antes de la próxima semana el techo de gasto y los objetivos de déficit y deuda pública a ambas cámaras.

En el borrador presupuestario que el Gobierno en funciones remitió el pasado 15 de octubre a Bruselas, el Ejecutivo se comprometía a adoptar algunas medidas para asegurar el cumplimiento del objetivo de déficit de este año (4,6%) y registrar un déficit del 3,6% en 2017, cinco décimas por encima de lo comprometido con la Comisión Europea.

En detalle, el escenario que estima el Gobierno es de un déficit del 4,6% para este año, distribuido entre el Estado (26%), las administraciones territoriales (0,3%) y la Seguridad Social, cuyo desajuste entre ingresos y gastos alcanzaría el 1,7%, lo que supone seis décimas de lo previsto anteriormente y un déficit récord de entorno a 18.000 millones de euros.

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