- La República en Marcha (LRM) únicamente tiene 23 escaños
- También salió reforzada la Unión Centrista, que pasó de 42 a 48 escaños
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha sufrido su primer revés electoral en el elecciones senatoriales galas que se celebraron este domingo. Los comicios llevaron a la derecha a conservar la mayoría en la Cámara Alta, mientras que los socialistas se recuperaron y la extrema derecha no tendrá más que los dos senadores que ya tenía. El partido de Macron vio recortada su representación y no consiguió ni repetir los 29 escaños que tenía.
A falta de que se atribuyera un escaño, La República en Marcha (LRM) únicamente tenía 23, lejos de los 45-50 que todavía esta semana anticipaba el presidente del grupo, François Patriat, y de los 60 que él mismo había anunciado públicamente en la primera parte del verano, informa Efe.
Ya se esperaba que la gran formación de la derecha, Los Republicanos(LR), fueran los ganadores de este escrutinio, en el que estaban convocados 76.359 "grandes electores", que en más del 95% eran representantes de los ayuntamientos, pero no que aumentaran significativamente su peso. El hecho es que sin que los resultados fueran totalmente definitivos, ya tenía asegurados 149, es decir cinco más que en la cámara alta saliente.
También salió reforzada la Unión Centrista, que pasó de 42 a 48 escaños, mientras que el Partido Socialista (PS) vio reducida su participación (de 86 a 68), pero mucho menos de lo que hubiera podido augurar el severo varapalo que sufrió esta primavera en las presidenciales (su candidato ni siquiera se calificó a la segunda vuelta) y en las legislativas.
El Senado puede complicar la adopción de ciertas leyes en un momento en el que Macron está centrado en sacar adelante una serie de impopulares reformas, como la del mercado laboral. Los senadores no son elegidos por los ciudadanos sino por 75.000 funcionarios electos -alcaldes, legisladores, concejales regionales y locales- en todo el país.
Macron todavía podría aprobar sus reformas a pesar del resultado electoral, porque la Cámara Baja -donde sí tiene mayoría- tiene la última palabra en la legislación y los republicanos en el Senado apoyan muchas de sus políticas pro-empresariales.
El sistema de votación del Senado tiende a dar una ventaja a los políticos locales de los partidos tradicionales en lugar de los candidatos del partido de Macron, muchos de los cuales son recién llegados. Muchos funcionarios locales están molestos por el plan de Macron de reducir los presupuestos de las autoridades locales.
