• Afirma que como la euroorden fue retirada, "no hay nada en cuestión" entre Madrid y Bruselas
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Koen Geens, ministro belga de Justicia

El ministro belga de Justicia, Koen Geens, ha hablado de la situación del expresidente de la Generaltat Carles Puigdemont en Bélgica. El que fuese máximo responsable del gobierno catalán se encuentra huido en Bruselas desde hace meses, aunque según el responsable belga sólo están haciendo por él "lo mismo" que harían "por cualquier otro ciudadano europeo".

Geens se encuentra de visita oficial en Washington, y ha aprovechado una entrevista para referirse a la relación entre Bélgica y España tras la huida de Puigdemont, prófugo de la Justicia española. Según recoge Efe, el ministro belga ha dicho que su Gobierno no está haciendo por el dirigente catalán nada distinto de lo que haría "por cualquier otro ciudadano europeo". Es más, ha explicado que como la euroorden de detención dictada por la Justicia española fue finalmente retirada, ahora mismo "no hay nada en cuestión", en referencia a las relaciones entre ambos países.

"La orden de detención ha sido retirada, por lo que veo, no hay nada en cuestión ahora mismo entre el Estado belga y el Estado español", ha afirmado Geens, que ha insistido en las buenas relaciones que mantiene con su homólogo español, el ministro de Justicia, Rafael Catalá. "Creo que estamos haciendo lo que haríamos por cualquier otro ciudadano europeo y, como no hay orden de arresto, hay poco que pueda decir sobre este asunto", ha señalado el belga, que ha insistido en que por parte de su Gobierno no hay "nada" que afecte su relación con España.

DEBE RESPONDER DE SUS ACTOS

Ahora mismo Carles Puigdemont es un prófugo de la Justicia española, y aunque la euroorden fue retirada, en España sigue en situación de busca y captura, por lo que en el momento en que pise suelo nacional será inmediatamente detenido. Debe responder por la declaración unilateral de independencia que se llevó a cabo a finales de octubre en el Parlament, aunque hasta ahora se ha negado a regresar, sabedor del destino que le espera.

A lo que no renuncia Puigdemont es a ser de nuevo el presidente de la Generalitat. Por ello, pese a que el Tribunal Constitucional ha prohibido que haya una investidura telemática (sin que el candidato esté presente en la Cámara catalana), ni él ni su partido, Junts pel Catalunya (JxCat) parecen dispuestos a darse por vencidos. Hace unos días JxCat presentó en el Parlament una propuesta para modificar la normativa de la Cámara y lograr así que se reconozca la posibilidad de una investidura telemática.

Hasta que la situación se resuelva, de momento en Cataluña sigue sin haber nuevo gobierno tras las elecciones del pasado 21 de diciembre, y por tanto el Ejecutivo de Mariano Rajoy sigue controlando la situación en el marco de la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

Y aunque ahora el ministro de Justicia belga insiste en que Puigdemont no tiene ningún trato especial, sino el que se da a cualquier otro ciudadano europeo, hay que recordar que Bélgica se puso de parte del Gobierno español tras la huida del expresidente catalán a finales de octubre. El primer ministro belga, Charles Michel, fijó la posición de su Gobierno al asegurar que Puigdemont es "un ciudadano europeo que debe responder de sus actos" y tiene los mismos derechos y obligaciones que el resto.

Puigdemont se encuentra en Bélgica junto a cuatro exconsejeros catalanes, fugados también: Clara Ponsatí y Lluís Puig, de JxCat (coalición que lidera el expresidente); y Toni Comín y Meritxell Serret, de ERC. Todos ellos están imputados por la Justicia española por los presuntos delitos de rebelión, sedición y malversación, cargos que podrían costarles hasta 25 años de prisión, al tiempo que sigue vigente una orden de detención en caso de que vuelvan a España.

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