• Además del ámbito personal entre Sánchez y Díaz, la posición política en la formación de gobierno también divide al partido
  • El papel de un mediador podría ayudar a que el partido pudiera iniciar una salida de este conflicto
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Susana Díaz señaló el jueves que en el PSOE “no había ni bandos ni bandas”, pero los hechos han demostrado lo contrario. El Comité Federal del partido de esta sábado se presenta como un encuentro polarizado entre los partidarios del actual secretario general, Pedro Sánchez, y los críticos de este que han quedado personalizados en la secretaria general del partido en Andalucía.

'Pedristas' contra 'susanistas'. Sin duda, un encuentro cargado de polémica y tensión donde las rencillas personales por el liderazgo del partido entrara en juego en la reunión del verdadero órgano de decisión del PSOE como es el Comité Federal, un organismo formado por alrededor de 275 personas, donde como apunta a Bolsamanía el militante del partido, Ian Pérez, muchos acudirán “con la sensación de bochorno y de vergüenza” por lo ocurrido en estos últimos días.

Pedro Sánchez no cumplió su parte del acuerdo y Susana Díaz ha caminado con rumbo firme para devolver la 'traición'

El comité se convertirá en la escena final de un largo conflicto. En julio de 2014, Pedro Sánchez se convierte en secretario general del PSOE gracias, entre otros aspectos, al apoyo de Susana Díaz. La lideresa socialista había dado su apoyo a Sánchez para que no ganara Eduardo Madina pero, este pacto, tenía una contrapartida que era que, el recién nombrado líder socialista, no se presentara a las primarias para las elecciones generales.

Pero Pedro Sánchez no cumplió su parte del acuerdo y Susana Díaz ha caminado con rumbo firme para devolver la 'traición'. Una tensión que el analista político, Óscar Santamaría, analiza señalando que: “Sánchez nunca tuvo buena sintonía con Susana Díaz, y siempre, o casi siempre, por ella misma o por persona interpuesta, Díaz quiso hacerse con el control del partido”, aunque el analista matiza que esta aspiraciones de poder son “legítimas, dentro de organizaciones políticas, pero que se han ido enrareciendo por la falta de química y entendimiento entre ambos”, apunta.

Un desencuentro que ha provocado que “Sánchez se haya ido quedando solo, no siendo capaz de tejer complicidades con los barones, mucho menos con Susana Díaz con quien ha estado meses sin hablar de tú a tú”, señala Santamaría que añade que esta animadversión “ha afectado de forma brutal el debate ideológico sobre el rumbo de la socialdemocracia y del partido”, indica.

La bandas lucharán sin sus líderes. El secretario general no realizará ninguna intervención en el Comité Federal y, Susana Díaz, a pesar de no esconder su postura, se presenta con una postura más moderada y con la intención de “unificar” al partido, aunque según señala Ian Pérez “delegaran en sus fieles las posibles reivindicaciones y reproches”. El militante indica que, por su parte, le parecen “mal las dos posiciones y, este hecho, acerca aún más la posibilidad de unas terceras elecciones y se hace un gran daño al partido”, apunta.

UN TRASFONDO POLÍTICO

La disputa entre Pedro Sánchez y sus críticos tiene un carácter personal, pero también existen dos existen dos extremos políticos en el partido que no está directamente vinculado al 'pedrismo' y el 'susanismo'. El PSOE se debate entre la abstención en la investidura de Mariano Rajoy y la opción de liderar un Gobierno alternativo junto, entre otros partidos, a Podemos.

Ambas opciones son difícil y levantan grandes heridas en el partido. “Está es una división entre la vieja guardia que entiende el cambio que existe en el país y reclama dejar gobernar al PP y, en frente, se sitúa aquella gente con un posible perfil más joven que pide una alternativa y que no se deje gobernar contra lo que se intenta cambiar”, indica el militante del PSOE, Ian Pérez, que añade que, además de este enfrentamiento de bandos, lo más importante es “debatir sobre las políticas que quiere poner en funcionamiento el partido y, sobre todo, que modelo económico quiere implantar el partido, porque en ocasiones parece que se ha olvidado la socialdemocracia y ha aparecido el liberalismo en el PSOE”, apunta.

En la misma línea se expresa Oscar Santamaría que se pregunta: “¿Cuáles son los márgenes de actuación y los límites de la socialdemocracia?” “¿es necesaria una vuelta a las esencias o abrazar más el centro?”, unos interrogantes que ve clave en la disputa entre “los dos bandos del PSOE”.

¿SE NECESITA UN MEDIADOR?

En esta disputa existe el riesgo que la guerra se extienda más allá del Comité Federal y los daños al partido sigan aumentando. Conscientes de ello, tanto 'pedristas' como 'susanistas' presentan sus soluciones para remediarlo. Sánchez se mantiene en su apuesta de las primarias y el congreso, para lograr “un única voz” en el partido. Y, por otro lado, sus críticos piden someter a votación la marcha del madrileño y la creación de una gestora.

No obstante, desde ambas posiciones se ha aceptado “negociar” con la otra parte a través de un mediador común que hable con ambos. “Hay que escuchar más a la militancia y realizar un acercamiento entre ambas partes”, señala Ian Pérez. La rumorología que rodea al partido ofrece nombres como Javier Fernández, Patxi López, Ignacio Urquizu o, inlcuso, Ángel Gabilondo, que cuenta con el inconveniente de no ser militante, pero que junto al resto de nombre podría ser capaz de limar las asperezas de los dos bandos y comenzar la unificación del PSOE.

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