“La solución para el servicio de cercanías en Cataluña es la independencia”. Con estas declaraciones del presidente de Esquerra Republicana (ERC), Oriol Junqueras, se abrió la veda para usar el caos en el servicio de Renfe en la comunidad, que dejó a unos 80.000 usuarios sin trenes por un error informático, como un argumento electoralista.
El siguiente en unirse a esta línea de pensamiento ha sido el conseller de Territorio y Sostenibilitat, Santi Vila, quien ha afirmado a los micrófonos de "Rac1" que "si fuésemos un país independiente gestionaríamos mucho mejor el servicio de Cercanías, no tengo ningún tipo de duda”.
Vila: Si fuésemos un país independiente gestionaríamos mucho mejor el servicio de Cercanías
Estas palabras, a puertas de las elecciones municipales del 24 de mayo son de una contundencia innegable. Además, el miembro del Govern catalán ha señalado que “ahora tenemos que ir de cabeza a las elecciones de septiembre, para que el Estado en Catalunya sea fuerte" y esté en condiciones de racionalizar el servicio de trenes.
El incidente que se originó en el centro ferroviario de Adif, situado en la Estació de França, en Barcelona, es, según el conseller Vila, el más grave de los últimos años y podría haber dejado Cataluña sin servicio de cercanías todo el día.
Analiza La Vanguardia el impacto en el proceso electoral en la comunidad de este hecho y del uso que han hecho de él los partidos soberanistas, que consideran los comunicios municipales como una primera vuelta del 27S. Considera el medio que la indignación de los vijeros y las largas colas y reclamaciones alimentaron este discurso secesionista.
A la vez, explica el diario que, de rebote, también tendrá repercusiones para el PP, ya que tiró por tierra los mensajes de los populares que se esfuerza en proclamar Alicia-Sánchez-Camacho, la presidenta del PPC en Cataluña, de que Mariano Rajoy hace la "mayor inversión que se ha hecho nunca" en la región y pone soluciones sobre la mesa mientras "otros solo critican”.
Desde las filas populares, por su parte, según La Vanguardia evitan tomarse los comicios municipales como una primera vuelta del plebiscito en que las fuerzas soberanistas quieren convertir las elecciones de la comunidad. Eso sí, a nivel de todo el Estado las consideran como la primera vuelta de las elecciones generales de finales de año.
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