• Trump aseguró que sólo mantendría la política exterior actual en el país si La Habana "cumple con nuestras demandas de libertad religiosa y política para todos los cubanos"
  • Posiciones que contrastan con sus ideas en el pasado, cuando apoyaba la política de Obama, mientras que el resto del Partido Republicano no lo hacía
cuba eeuu obama castro

El candidato republicano, Donald Trump, romperá las relaciones diplomáticas con Cuba si gana las elecciones del próximo 8 de noviembre en Estados Unidos. “El próximo presidente puede cambiar esa política y eso es lo que voy a hacer salvo que el régimen de Castro esté a la altura de nuestras demandas”, aseguró el magnate en un discurso en Miami.

Donald Trump aseguró que sólo mantendría la política exterior actual en el país si La Habana “cumple con nuestras demandas de libertad religiosa y política para todos los cubanos”, subrayó en la ciudad de Florida, en la cual reside una parte de población de origen cubano, y donde intenta consolidar sus posibilidades de ganar en el Estado.

Estas declaraciones las hizo en la ciudad de Florida, donde una buena parte de la población es de origen cubano

“Con cada una de nuestras políticas vamos a dar oportunidades, prosperidad y seguridad a todos los estadounidenses”, afirmó el multimillonario. “Y también vamos a apoyar al pueblo cubano en su lucha contra la opresión comunista. El pacto de Obama solo beneficia al régimen Castro”.

Esta promesa de Trump, no obstante, contrasta con la idea de abrir uno de sus hoteles en la isla durante una entrevista en CNN hace algunos meses. “Yo lo haría, en el momento adecuado y cuando tengamos permiso para hacerlo. Ahora mismo, no podemos”, indicaba entonces.

Además, justo hace un año, antes de que comenzaran las primarias, Trump dijo que “50 años es suficiente” y apoyó la política exterior de Obama. “Creo que está bien, está bien, pero deberíamos haber logrado mejor”. Mientras, el resto del Partido Republicano, rechazó la normalización de relaciones con Cuba y la reapertura de la Embajada de EEUU en La Habana.

contador