LA HABANA, 1 (Reuters/EP)

Cuba y Estados Unidos han reducido drásticamente las cifras de tráfico humano desde que alcanzaron en enero un acuerdo histórico, pero se arriesgan a perder esos avances si no reanudan los diálogos de alto nivel, han señalado varios funcionarios del Ministerio cubano del Interior en una entrevista exclusiva.

Durante las conversaciones bilaterales sostenidas en la última parte del gobierno del expresidente Barack Obama, Estados Unidos acordó poner fin a una política de larga data que admitía a ciudadanos cubanos al colocar un pie en territorio del país. La decisión de la Administración de Obama buscaba desalentar los peligrosos viajes ilegales en alta mar.

La política llamada "pies secos, pies mojados" fue un ejemplo del trato privilegiado que el Gobierno de Estados Unidos le concedió a los cubanos para animarlos a abandonar el país comunista. Su derogación marcó la culminación del acercamiento de Obama con su exrival de la Guerra Fría.

Desde que el presidente Donald Trump asumió el poder el 20 de enero con la promesa, entre otras, de revisar la distensión, los diálogos bilaterales de alto nivel se han detenido.

Aunque los organismos policiales de Estados Unidos y Cuba mantienen comunicación directa, las conversaciones de alto nivel son esenciales, han explicado los funcionarios cubanos.

"Es de suma importancia para ambos países porque se pone en riesgo la seguridad de ambos", ha indicado este miércoles la teniente coronel Dalgys Lamorut. "La importancia de la cooperación salvaguarda los avances que hemos hecho", ha agregado.

Lamorut, funcionaria de la Dirección de Inmigración y Extranjería, junto a otros dos tenientes coroneles del Ministerio del Interior, que representan a la Policía y Guardia Fronteriza e Inmigración, hablaron con la agencia Reuters en una rara apertura a la prensa extranjera en temas de trata de personas y fraude migratorio.

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