• Ciudadanos peleará por presidir la Mesa del Parlament
  • Los partidos independentistas barajan investir a Puigdemont a distancia
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Con la mirada puesta en el 17 de enero, fecha en que arrancará la nueva legislatura en Cataluña, después de las elecciones del 21-D, los partidos tratan de quemar los excesos navideños a base negociar alianzas de cara a la investidura del próximo president de la Generalitat. El bloque soberanista ‘vuelve al cole’ tras el descanso navideño y se prepara para la constitución del Parlament, mientras Ciudadanos lidia con las presiones para intentar formar una alternativa constitucionalista y pelea por la presidencia de la Mesa del Parlament.

Con Oriol Junqueras en la prisión de Estremera y Carles Puigdemont en Bruselas, los partidos soberanistas barajan la opción de celebrar el debate en el que debe votarse el próximo líder del Govern a distancia. Así, se lo juega todo a esta carta y abandona la idea de proponer ala repubolicano -y exvicepresident- como alternativa al ex jefe del ejecutivo catalán, según declaraciones del portavoz de ERC, Sergi Sabrià.

La posibilidad de que Junqueras abandone la prisión de Estremera antes de la configuración de la Cámara Catalana es frágil. De hecho, está casi descartada por el entorno del líder de ERC y, según han explicado fuentes del Tribunal Supremo a 'El Periódico', el republicano cuenta con escasas opciones de conseguir una resolución de la sala de lo penal del alto tribunal que lo devuelva a casa antes de Reyes. Explica el medio que es poco frecuente que un juez revise las medidas cautelares cuando los abogados presentan apelaciones.

Con Junqueras fuera de la ecuación, los independentistas apuestan a que Puigdemont -el candidato de Junts per Cataluña- logre los apoyos necesarios para revalidar el cargo del que fue cesado por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el 27 de octubre.

Puigdemont valora participar en el debate de investidura por videoconferencia

INVESTIDURA A DISTANCIA

De ser así, la gran duda reside en si el cesado president de la Generalitat abandonará su retiro en Bruselas para asistir a su investidura, con el consiguiente riesgo de exponerse a su dentición en cuanto pise suelo español. Sin embargo, una información de 'El Confidencial' apunta que no tendría necesidad de estar en la cámara, puesto que podría presentar su programa de gobierno con un documento y rebatir los partidos de la oposición vía conferencia. Y es que, dicen, en ninguna parte se estipula que el candidato tenga que estar físicamente en el Parlamento.

Su regreso a Barcelona se efectuaría después de reelegido president, algo que no evita que la Justicia pueda proceder igualmente a su encarcelamiento. Según expertos consultados por Bolsamanía, la foto del president autonómico entre rejas podría desencadenar un nuevo escándalo internacional de las instituciones españolas por lo que “su vuelta podría no tener consecuencias, de entrada”, apuntan juristas expertos.

Pero para revalidar el cargo, son necesarios los votos favorables de los cuatro diputados de la CUP. La formación anticapitalista aún delibera con sus bases las condiciones que impondrá para formar parte de la mayoría independentista en el Parlament, requisito indispensable para alcanzar los 68 escaños en la que está fijada. Con sus cuatro diputados, los separatistas llegarán a los 70 asientos, dos menos que en la legislatura anterior.

CIUDADANOS, A POR LA MESA DEL PARLAMENT

Entre los puntos sobre los que los ‘cuperos’ deben adoptar una postura está si tendrán grupo propio en la Cámara autonómica o si están dispuestos a entrar en la Mesa del Parlament, el órgano rector del mismo, cuya presidencia codicia Ciudadanos.

La formación naranja aspira a asumir, por tanto, la presidencia del Parlament, cargo que hasta ahora ostentaba Carme Forcadell, para que esta institución pueda ejercer de “contrapeso democrático” de un futuro Govern en manos independentistas. Con tal fin, según ha explicado el portavoz del grupo parlamentario de Ciudadanos, Carlos Carrizosa, ya ha mantenido contactos con Junts per Catalunya y el PSC de cara a la sesión constitutiva del Parlament.

No obstante, Junts per Catalunya no contempla la posibilidad de facilitar con sus votos que el reemplazo de Forcadell salga de las filas de la formación naranja. Según fuentes de la candidatura de Puigdemont, recogidas por Efe, aunque Inés Arrimadas y su equipo llegasen a formalizar una propuesta de pacto, “Junts per Catalunya no prevé que Ciudadanos tenga la presidencia del Parlament en ningún caso ni circunstancia, porque los independentistas han ganado las elecciones”.

Junts per Catalunya no prevé que Ciudadanos tenga la presidencia del Parlament en ningún caso

Entretanto, la fuerza más votada el pasado 21 de diciembre soporta las presiones de diversos sectores de la sociedad catalana para que intenten por todos los medios formar una alternativa de Govern constitucionalista. Los últimos en sumarse a las peticiones a Arrimadas para que opte por esta vía han sido los populares. El portavoz del grupo popular en el Senado, José Manuel Barreiro, ha instado este martes a Ciudadanos y a su líder en Cataluña, Inés Arrimadas, a "mover ficha" y a "asumir la responsabilidad" de intentar configurar un Gobierno constitucionalista en Cataluña.

En una entrevista en RNE recogida por Europa Press, Barreiro ha defendido la necesidad de que Ciudadanos dé "el paso" y negocie con el PP, PSOE y con la marca de Podemos en Cataluña una "alternativa" a un Ejecutivo independentista ya que, a su juicio, no está claro que las fuerzas nacionalistas vayan a llegar a un acuerdo. Según Barreiro, a pesar de que los nacionalistas suman mayoría en el Parlamento catalán, "no se debe agotar" ninguna posibilidad porque "no hay certeza de que pueda conformarse" esa mayoría independentista.

ASÍ SE PRESENTA EL CALENDARIO

Pero la fuerza presidida por Arrimadas no suma ni aún consiguiendo el apoyo de ‘los comunes’. En caso de que lograran plantarle cara a los independentistas, se quedarían a tres escaños de la mayoría absoluta, así que “sólo lograrían evitar la investidura del candidato del bloque independentista si de alguna manera se impidiera que varios diputados no accedieran a la sesión de investidura”, explican politólogos consultados. Un escenario no descartable si, por ejemplo, “los exconsellers que tienen pendiente el proceso por rebelión y sedición en la Audiencia Nacional volvieran a prisión antes de finales de enero”, comentan.

La fecha de esta sesión plenaria será el 31 de enero. La elección del candidato debe producirse en los diez días hábiles siguientes a la constitución del Parlament, que Rajoy fijó para el 17 de enero. El candidato a ser investido president de la Generalitat de Cataluña debe explicar a la cámara su programa de gobierno y después de debatirlo, los diputados deberán votar a favor o en contra. En esta primera votación, el candidato debe obtener una mayoría absoluta para convertirse en presidente.

En caso de no obtener dicha mayoría, la votación podría repetirse al cabo de dos días, es decir, el 2 de febrero. En esta segunda votación, una mayoría simple sería suficiente para convertirse en el máximo representante del gobierno catalán.

¿Y SI NO HAY ACUERDO?

El proceso de investidura puede iniciarse tantas ocasiones como sea necesario. Sin embargo, si los distintos grupos políticos no se ponen de acuerdo en investir a un candidato en el plazo de dos meses desde la primera votación de investidura, se convocan elecciones de manera automática.

Las cortes quedarían disueltas el 1 de abril y los catalanes deberían volver a las urnas. Además, el 155 seguiría vigente, ya que el Senado aprobó que las medidas de este artículo fuesen "de aplicación hasta la toma de posesión del nuevo Gobierno de la Generalitat".

Del mismo modo, el decreto de convocatoria lo firmaría el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Aunque Soraya Sáenz de Santamaría asume las funciones de la Presidencia de la Generalitat, es Rajoy quien debe convocar nuevas elecciones entre 40 y 60 días después de la disolución de la cámara, según el Estatut catalán; o exactamente 54 días después, según la Ley Orgánica de Régimen Electoral General. Así pues, entre mayo y junio de 2018 podrían repetirse las elecciones autonómicas en Cataluña.

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