• Las fuerzas populistas y de extrema derecha amenazan la estabilidad de la economía más grande de Europa
merkel, germany, alemania, aleman
Angela Merkel.

Angela Merkel encara este miércoles el primer día de su última y cuarta legislatura como canciller de Alemania. Una etapa que comenzará marcada por el desgaste político de los cinco meses y medio que han separado las elecciones generales del acto de investidura que tiene lugar hoy en el Parlamento alemán.

Merkel gobernará cuatro años más en coalición con el partido Social Demócrata (SPD), tras 150 días de complejas negociaciones. Un periodo de tiempo que ha enseñado al resto de Europa las costuras y las debilidades de unos partidos políticos que han parecido más vulnerables que nunca.

Merkel gobernará cuatro años más en coalición con el partido Social Demócrata (SPD) tras 150 días de arduas negociaciones

Un mal estado de forma y prestigio, que ha dado paso a la aparición de fuerzas electorales populistas y de extrema derecha, como Alianza para Alemania (AFD), que en estos momentos se sitúa como la principal fuerza de la oposición a pesar de su bisoñez en el Parlamento germano, por encima de partidos más tradicionales como los liberales, Budnis 90, FDP, los verdes y la izquierda, representada en Die Linke.

Por ello, la CDU liderada por Merkel afronta esta nueva legislatura con el reto de recuperar votos e impedir la expansión de la AFD. De hecho, según el analista político de la revista Cicero, Christoph Schwnnicke, Alemania afrontará esta nueva etapa "muy ocupada consigo misma", lo que se traducirá en una escasa "proyección de su fuerza e influencia en nuevos asuntos de orden internacional ajenos a la agenda de la Unión Europea".

Así lo prueba la formación del gabinete de ministros con el que tendrá que lidiar Merkel: seis de su formación política, tres de su socio (el CSU de Baviera) y seis socialdemócratas, destacando el hecho de que seis de las quince carteras estarán ocupadas por mujeres.

No obstante, la economía germana no podría atravesar un mejor momento. El desempleo se sitúa en cifras muy bajas (3,6%), mientras que sus títulos alcanzan valores récord en el parqué y apenas hay inflación. Sin embargo, Merkel deberá recuperar el favor de aquellos votantes que no perciben ese éxtasis económico en sus salarios y creen que los tiempos mejores ya han pasado.

Noticias relacionadas

contador