- Espera que esta 'cercanía' ayude a ambas administraciones a ir de la mano 'en temas muy concretos y urgentes'
- Dice también que la confluencia Podemos-IU es la ilusión de la campaña electoral para el 26J
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha reconocido este jueves que la relación con el actual presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, es mucho mejor que la que mantenía con su antecesor, Artur Mas. "Con el cambio de gobierno en la Generalitat, con el president, ha mejorado el tono y la relación es mucho más cordial", ha dicho la jefa del gobierno municipal, que cree que esta mayor cercanía podría ayudar a ir "de la mano en temas muy concretos y urgentes".
Espera que esta 'cercanía' ayude a ambas administraciones a ir de la mano 'en temas muy concretos y urgentes'
A pesar de esta buena relación, para la alcaldesa, la Generalitat suspende en la aplicación de sanciones a los bancos y en la tarea de corresponsabilizar a las suministradoras en garantizar que no haya cortes de suministros a las familias vulnerables, y la existencia de una vivienda digna para todas las familias. “Como Ayuntamiento de Barcelona lo estamos haciendo, pero vamos a tener mucha más fuerza si se suma la Generalitat”, apunta Ada Colau.
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Asimismo apunta que tiene la decisión de mostrar en la reunión planeada con Puigdemont que “la Generalitat tiene que buscar los mecanismos normativos necesarios para mantener los artículos impugnados por el PP”, en concreto, apunta en esta entrevista, con aquellos que contemplan una garantía de vivienda para las familias más vulnerables por parte de los grandes propietarios.
Con respecto a las próximas elecciones Colau muestra sus preferencias: “Espero que haya un gobierno de cambio en esta nueva cita electoral”, ya que apunta que está 'cansada' del Gobierno en funciones del PP. Asimismo apunta sus descontento por no haber llegado a un acuerdo ya que “había las condiciones para formar un gobierno del cambio”, opina que el esfuerzo de confluencia de Podemos, IU y otras fuerzas “va a ser el elemento ilusionador de esta campaña".
"NO PRETENDO SER UNA ACTIVISTA DENTRO DEL AYUNTAMIENTO"
Colau apunta, sin olvidar su pasado en la acción social pero matizado con su papel institucional, que la sociedad de “un activismo ciudadano más crítico y exigente que nunca”. Pero cuando los movimientos sociales se ponen en contra de su gobierno, como ha ocurrido en varias ocasiones a lo largo de su mandato en relación a temas de contratación pública o de extranjería, admite que “te puede parecer injusto porque te atribuyen cosas que dependen de otras administraciones, como del Estado o de directivas europeas”.
Con casi un año al frente del Ayuntamiento de una de las ciudades más importantes del país, a la que recurrentemente llama “la capital de Catalunya”, la alcaldesa matiza que “no pretendo ser una activista dentro del Ayuntamiento”. Una acusación que ha recibido desde varios frentes y que Colau señala que “cuando entré en el Ayuntamiento y vi la responsabilidad que suponía ser alcaldesa de Barcelona, entiendes que no debes representar a unos o a otros, ya sea un activismo social o un interés ciudadano, sino que tienes que intentar hacer lo mejor posible para el conjunto de la ciudadanía de Barcelona".
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