• Existen grandes diferencias entre un resultado negativo y desfavorable de la inspección
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A pesar de no ser un fenómeno común, puede ocurrir con cierta asiduidad. La mayoría de vehículos que acude a los centros de inspección técnica salen con la renovación y un resultado favorable de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Sin embargo también puede salir mal, o muy mal.

En el caso de que todo el proceso sea correcto, la nueva pegatina otorga un derecho de circulación de seis meses a dos años, dependiendo del vehículo y de su finalidad. En el caso contrario, el vehículo puede afrontar una ITV desfavorable o negativa.

Recibir una inspección desfavorable es resultado de un fallo grave o varios fallos leves que pueden poner en peligro tanto a los ocupantes del vehículo como al resto de usuarios de la vía. Por lo general, existe un plazo de dos meses para solucionar el problema, aunque eso no significa que el vehículo pueda circular de manera libre. El coche solo podrá ir de la ITV al taller y regresar. Realizar cualquier otro recorrido puede suponer una multa de 200 euros. El plazo no está estipulado por cada región, si no por cada marca, y puede estar condicionado a excepciones por épocas de vacaciones o complejidad del defecto a reparar. Aunque también cabe tener cuidado con la posibilidad de encontrarse en una comunidad autónoma más estricta, una situación de la que informa la propia ITV.

Circular con un resultado negativo acarrea una sanción de 500 euros

Los principales defectos suelen estar relacionados con las ruedas, los niveles de emisión y las luces. Fallos evitables si nos tomamos la molestia de probar nuestro coche antes de acudir al 'examen'. Mantener un óptimo nivel de limpieza que no obstruya ningún eyector, probar varias luces a la vez para comprobar la capacidad de la batería, o estar pendiente del dibujo de los neumáticos puede ayudar a detectar desperfectos con solución en el taller, antes de acudir a la ITV. Un trámite que nos ahorrará la segunda revisión, de media un 30% más barata que la primera ronda.

El escenario cambia con un resultado negativo. Este caso impide circular con el vehículo, que queda inmovilizado en la estación de inspección técnica. A partir de ese momento, el propietario deberá desplazar su vehículo con la ayuda de la grúa a un taller, donde realizar las reparaciones necesarias, de nuevo con un plazo máximo de dos meses. Y la vuelta deberá ser también en grúa. Regresar a la segunda ronda circulando puede acarrear una multa de 500 euros (sin reducción), y con la inmovilización del vehículo por las autoridades pertinentes.

Las autoridades imponen multas de 200 euros a todo aquel que circule con un permiso caducado

Si la opción es por tanto no acudir a realizar la inspección, las autoridades imponen multas de 200 euros con un permiso caducado. En el caso de que la multa sea firmada por un agente, este retirará el permiso de circulación del conductor y entregará un volante para acudir a la ITV en un periodo máximo de diez días.

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