• Ya hay más de 25 millones de vehículos propulsados por GLP en todo el mundo
  • Los coches de autogás ayudan a ahorrar tanto en combustible como en impuestos
glp autogas

El autogás, o GLP (gas licuado del petróleo), ha llegado para quedarse. Las carreteras españolas se están llenando de coches propulsados por este nuevo combustible, que cada vez está más presente en las gasolineras del país, donde los puntos de repostaje no dejan de aumentar. Se ha convertido en un fuerte competidor del diésel y la gasolina, y ahora también amenaza con poner en aprietos a los vehículos 'verdes', ya sean híbridos o eléctricos. Su precio, más económico, y sus bajas emisiones contaminantes son las razones.

En Europa más de 15 millones de vehículos usan este gas, que es mucho menos contaminante que el diésel o la gasolina

Las alternativas 'limpias' a los coches propulsados con sistemas tradicionales van ganando peso. Y por eso no es de extrañar el éxito que están cosechando los automóviles de autogás. Según datos de la Asociación Española de Operadores de Gases Licuados del Petróleo (AOGLP), actualmente el autogás es el carburante alternativo “más utilizado en el sector de automoción”, ya que hay más de 25 millones de vehículos que circulan con GLP en todo el mundo.

En Europa, más de 15 millones de vehículos usan este gas, que es mucho menos contaminante que el diésel o la gasolina. De hecho, el GLP emite un 68% menos de óxido de nitrógeno (NOx) que la gasolina y un 96% menos que el diésel. También es importante la reducción en lo que a dióxido de carbono (CO2) se refiere: un coche de autogás emite un 15% menos que uno de gasolina, y un 10% menos que uno diésel. Su bajo nivel de emisiones hace que muchos apunten al GLP como la auténtica alternativa verde, una idea que está calando entre los españoles.

Y no sólo por la concienciación con el medio ambiente. También ayuda que la fiscalidad de los vehículos propulsados con este combustible, mezcla de gases del petróleo muy usados a nivel doméstico, sobre todo butano y propano, sea mucho más favorable: estos automóviles no pagan el impuesto de matriculación, por sus bajas emisiones de CO2. Además, algunos ayuntamientos bonifican el impuesto de circulación hasta en un 75%. Y a ello hay que añadir que los coches GLP tienen descuentos de hasta el 50% en el aparcamiento regulado en ciudades como Madrid, y pueden circular sin problemas en periodos de alta contaminación.

Tampoco se puede obviar que el precio del combustible GLP es más bajo que el de la gasolina o el diésel, en torno a un 50% menor, por lo que pese a que estos coches consumen un 10% más que sus competidores, los conductores consiguen ahorrar entre un 40% y 45% en combustible usando el autogás, en vez de los tradicionales. Según un reciente estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el ahorro en comparación con un coche gasolina es de 30 euros cada 1.000 kilómetros.

AYUDAS DEL GOBIERNO EN EL MOVALT

Todo ello aderezado con las facilidades cada vez mayores para el repostaje y para la compra de este tipo de coches. Y es que el número de estaciones de servicio que cuentan con este combustible entre sus surtidores ha aumentado. Los últimos datos disponibles apuntan a que entre 2015 y 2016 creció un 91% el número de gasolineras con GLP en su oferta, superándose ya las 800, y aunque el número es aún limitado, el rápido incremento que está protagonizando actúa como incentivo. Además, el Gobierno ha hecho varios guiños a esta nueva forma de propulsión con sus últimas ayudas del Plan Movalt, fomentando así la compra de este tipo de vehículos pese a que su precio es, de media, entre 1.500 y 2.000 euros superior respecto a un motor de gasolina o diésel.

Hay que recordar que el suministro del gas licuado de petróleo fue liberado por el Ejecutivo en 2007, ya que antes sólo estaba permitido para el transporte público. Ahora, cada vez son más los modelos que se venden con este sistema, o que ya vienen preparados para su modificación si el cliente lo desea, para poder funcionar con GLP, el gas que se usa en la actualidad para encender la antorcha olímpica. Tal es el crecimiento experimentado que en 2017 el consumo de autogás en España superó las 50.000 toneladas, lo que supone un incremento del 7,96% respecto al ejercicio anterior.

Así lo aseguran los datos de la Asociación de Operadores de Gases Licuados del Petróleo (AOGLP), que afirman que el GLP se convirtió el año pasado en el carburante alternativo más extendido en territorio nacional. Y es que de los 1,51 millones de toneladas de GLP que se consumieron en España el curso pasado, el 3,4% correspondió a autogás. Y todo gracias a una red de repostaje en expansión y al crecimiento del parque de vehículos impulsados por este tipo de combustible, que tienen mayor autonomía, ya que cuentan dos dos depósitos, el de GLP y un segundo de gasolina que pasa a funcionar cuando el primero se agota, sin que el conductor tenga que hacer nada. Al arrancar el coche, se alimenta con gasolina durante unos segundos, hasta que el motor alcanza la temperatura óptima para empezar a funcionar con el autogás, cuyo depósito suele ubicarse en el hueco donde iría la rueda de repuesto, por lo que no reduce el espacio útil del automóvil.

Cada vez más conductores que se compran un coche nuevo apuestan por uno GLP, dado el ahorro que puede suponer en cuanto a combustible e impuestos. Aunque conseguir un buen precio de compra también es importante, y para ello es esencial comparar. Carfy.es ayuda a sus usuarios en esta tarea. Sólo hay que introducir los parámetros de búsqueda (modelo, motor, características…) y la plataforma online selecciona automáticamente las cinco mejores ofertas en apenas 24 horas.

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