• IVA, matriculación, circulación... todo eso puede elevar considerablemente la factura
  • Dependiendo del motor del vehículo, las tasas serán más o menos elevadas
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Comprar un coche nuevo es una decisión muy importante. El tipo de vehículo, la marca, el motor… Hay toda una batería de preguntas que responder antes de decantarse por un automóvil u otro, aunque el precio es una variable determinante en muchas ocasiones. Lo que no suele tenerse tan en cuenta es que habrá que pagar una serie de impuestos, y que dependiendo de si se trata de un diésel, un gasolina, un híbrido o un eléctrico la 'factura' puede variar considerablemente. Concretamente, los impuestos pueden ir desde un 21% hasta casi un 36% del coste total del coche.

En la adquisición de un automóvil nuevo la operación está sujeta al IVA, por lo que se aplica el tipo general del 21% sobre el precio de compra del coche

Cualquiera que apueste por comprar un coche nuevo tendrá que abonar, además del coste del vehículo, una serie de tasas asociadas a la adquisición del coche en sí. El primero es el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). En la adquisición de un automóvil nuevo la operación está sujeta a este gravamen, por lo que se aplica el tipo general del 21% sobre el precio de compra del coche, incluyendo todos los extras y gastos necesarios para su puesta a disposición del cliente en el concesionario.

Aunque hay excepciones: si el vehículo se va a destinar al transporte de personas con discapacidad o movilidad reducida, el impuesto se reduce al tipo súper-reducido del 4%, pero el comprador tendrá que acreditarlo convenientemente. Asimismo, hay casos en los que la compra queda completamente exenta del pago del IVA. En concreto, cuando el coche se vaya a destinar a relaciones diplomáticas, consulares, a organismos internacionales o vaya a ser usado por miembros de la OTAN, dentro de sus respectivas funciones.

Y además del IVA, otra de las tasas que deberá afrontar el comprador es el Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transporte (IEDMT), más conocido como impuesto de matriculación, por el hecho de la primera matriculación del vehículo. El tipo aplicado sobre el precio del mercado del automóvil dependerá de la capacidad contaminante del mismo, es decir, de los niveles que genere de dióxido de carbono (CO2), uno de los gases que se producen al quemar combustible y que es de los principales causantes del denominado 'efecto invernadero'.

Son cuatro los tipos previstos por el Ministerio de Hacienda para este impuesto de matriculación: del 0% si las emisiones de CO2 son iguales o inferiores a 120 g/km; del 4,75% si las emisiones se sitúan entre 120 y 160 g/km; del 9,75% si las emisiones de CO2 son de entre 160 y 200 g/km; y del 14,75% si son iguales o exceden los 200 g/km.

El departamento que dirige Cristóbal Montoro señala que, en el caso de un vehículo importado, aunque haya sido usado con matrícula extranjera, la primera matriculación en España también estará sujeta al pago del impuesto. Además, habrá reducciones en determinados casos: del 30% si es un vehículo que se va a destinar a vivienda (autocaravana) o del 50% para las familias numerosas. También existen exenciones para vehículos registrados por discapacitados, autoescuelas, taxis, vehículos diplomáticos…

De hecho, los expertos señalan que merece mucho la pena revisar el impuesto de matriculación antes de realizar la compra, dado que puede ser más rentable comprar un vehículo menos contaminante, o incluso uno 'verde', y con más extras, si la operación supone el pago de menos impuestos en concepto de matriculación porque la tasa a aplicar es inferior, o porque queda exento, en el caso de los coches de bajas emisiones.

No obstante, los porcentajes antes mencionados no son aplicables en todas las comunidades autónomas por igual. En Canarias todos son un punto porcentual más bajos, mientras que Ceuta y Melilla es del 0% en todos los casos. En cuanto a la península e Islas Baleares, dependiendo de dónde se matricule el coche el comprador tendrá que pagar más o menos por la matriculación. Y es que cada región tiene libertad para subir los tipos aplicables según las emisiones de CO2 hasta en un 15%. Así ha ocurrido en Andalucía, Asturias, Baleares, Cantabria, Cataluña, Extremadura, Murcia y Valencia.

PAGAR CADA AÑO POR CIRCULAR

A estos impuestos, relacionados directamente con la compra del coche nuevo, hay que sumar el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), conocido por su anterior denominación, impuesto de circulación, y que se paga cada año, durante toda la 'vida' del vehículo. Este tributo grava la titularidad de los automóviles que son aptos para circular por vías públicas, y su recaudación corresponde al municipio donde se domicilie el coche.

El impuesto de matriculación dependerá de la capacidad contaminante del coche, es decir, de los niveles que genere de dióxido de carbono

Se paga por primera vez antes de matricular el vehículo (la parte proporcional a lo que quede de año), y la cuota anual se establece en los Presupuestos Generales del Estado (PGE), dependiendo del coche, aunque cada ayuntamiento puede ajustarla al alza (hasta un tope máximo) y decidir las bonificaciones que aplica. Por tanto, y dado que cada municipio aplica un gravamen distinto, los conductores pagarán una cuota distinta dependiendo de dónde resida.

Este impuesto se determina en función del tipo de vehículo, aunque en el caso de los turismos la cantidad a abonar dependerá de la potencia de caballos fiscales (CVF), que se calcula a través de la cilindrada del motor y del número de cilindros. No obstante, los dueños de coches eléctricos; vehículos que utilicen como combustible biogás, gas natural comprimido, gas licuado, metano o hidrógeno; o automóviles híbridos que usen combustible gasolina, con emisiones de hasta 120 g/km de CO2, tendrán una bonificación del 75% en el IVTM, tal y como establece la Ley Reguladora de las Haciendas Locales, que deberá aplicarse sobre la cuota final fijada por cada ayuntamiento.

Ante la carga impositiva que supone la compra de un coche nuevo, es conveniente hacer cuentas para saber lo que va a costar en materia de tasas. El IVA y el impuesto de matriculación dependerán del precio final del coche, por lo que lograr una buena oferta es vital si se quiere ahorrar dinero. Y en ello Carfy.es es experto. Esta plataforma digital, creada el año pasado, ayuda a sus usuarios a comparar precios de coches nuevos en toda España (ya sean híbridos, eléctricos, diésel o gasolina), y a seleccionar la mejor oferta, lo que permite ahorrar hasta 4.500 euros.

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