• El sector pide acelerar su tramitación para acabar con la incertidumbre
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Pedro Sánchez en el CongresoEUROPA PRESS - Archivo

A río revuelto, ganancia de pescadores, que en este caso son los bancos. Van a intentar volver a 'colar' el cuarto supuesto para poder cobrar retrocesiones de comisiones a los fondos de inversión en la tramitación parlamentaria de la MiFID II (la directiva europea de inversiones). Algo que tumbó Guindos por suponer una enorme ventaja para las entidades.

Los bancos solo colocan a sus clientes los productos que dejan comisiones para remunerar a su red de oficinas por venderlos: o bien los de su propia gestora o bien los de otras firmas, que les retroceden parte de su comisión de gestión; eso es lo que se conoce como retrocesión o 'rebate'.

Con la MiFID II, las entidades tendrán que dividirse entre independientes, que no pueden recibir ningún incentivo (o dárselo al inversor) y que, por tanto, tendrán que cobrar directamente unos honorarios al cliente; y las dependientes, que serán casi todas, incluyendo a los bancos. Estas tampoco pueden cobrar estos incentivos, salvo "cuando lo justifique la prestación de un servicio adicional o de nivel superior al cliente".

¿Y qué es ese servicio de valor añadido? Pues básicamente brindar un asesoramiento —no la mera comercialización en la oficina— con seguimiento en el tiempo y poner a disposición del cliente fondos de terceros aunque no retrocedan comisiones a la entidad.

Las entidades españolas intentaron introducir un "cuarto supuesto" que permitía cobrar estas comisiones sin necesidad de ofrecer productos de terceros directamente, sino solo a través de los fondos de fondos, y sin tener que prestar asesoramiento personalizado. Pero el exministro Luis de Guindos se negó a incluirlo en el borrador definitivo de la norma.

Esto sentó muy mal en el sector, que ve cómo van a subir sus costes por la necesidad de prestar asesoramiento y seguimiento de las posiciones de los clientes, y cómo van a bajar sus comisiones al tener que vender menos productos de su propia gestora y ofrecer los de firmas internacionales que, en muchos casos, son mejores que los suyos.

UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD CON POCAS POSIBILIDADES

Por eso, ahora ven una segunda oportunidad con el repentino cambio de Gobierno, y van a intentar convencer a la nueva titular de Economía, Nadia Calviño, de que lo introduzca en la tramitación parlamentaria (que aún no se ha producido pese a que el plazo expiraba el 31 de diciembre pasado), según fuentes del sector.

Sin embargo, las probabilidades de éxito de esta segunda intentona no son muy elevadas, según Gloria Hernández Aler, del bufete especializado FinReg360. A su juicio, no se van a producir grandes novedades en la norma con el cambio de Ejecutivo, porque duda mucho que el PSOE vaya a concederle esta ventaja a la banca.

QUE SE APRUEBE CUANTO ANTES

Hernández Aler también aseguró el martes en el congreso anual de Aseafi que el sector vive en una incertidumbre absoluta por este retraso en la transposición y porque no conoce el texto final. Por eso, asegura que la petición unánime es que se apruebe la norma cuanto antes.

Jorge Canta, de Cuatrecasas, añadió que la CNMV ya está preguntando en las inspecciones cómo se va a definir cada firma y si está adaptada a la MiFID. A su juicio, las únicas que han completado toda la adaptación son las gestoras de fondos internacionales. Los dos abogados aconsejan al sector ser pragmáticos, aplicar lo que ya se conoce y prepararse para el escenario más exigente.

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