• La relación entre su valor y el PIB sólo ha sido más alta antes del pinchazo de la burbuja tecnológica
  • Los analistas esperan pronto una corrección, aunque aseguran que hay más recorrido
New York Stock Exchange, NYSE, markets, Wall Street, US, America. Photo: George Rex

El S&P 500 está de cumpleaños. Y lo celebra con cifras récord, aunque también con la valoración más cara de sus 60 años de historia. La capitalización bursátil de 20,3 billones de dólares equivale al 108% del PIB estadounidense, si se utiliza la referencia de 2016. La comparativa de ambas variables la popularizó Warren Buffett y, según éste criterio, el índice está históricamente caro.

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El índice bursátil celebró su 60 aniversario el 4 de marzo. Lo hizo tras marcar máximos históricos y cerca de los 2.400 puntos pese a haberse tomado un respiro esta semana tras el rally que ha experimentado desde noviembre, con la victoria electoral de Donald Trump. El S&P 500 sube un 11% desde el cierre anterior a las elecciones presidenciales.

La capitalización bursátil de 20,3 billones de dólares equivale al 108% del PIB estadounidense, si se utiliza la referencia de 2016

“Los nuevos máximos históricos son gracias al crecimiento de los beneficios empresariales del cuarto trimestre -publicados en su mayoría en febrero- que se elevaron un 5%, y gracias también a una mayor anticipación de los planes económicos de Trump”, resumen los analistas de Degroof Petercam. Lejos de ser el 'cisne negro' que temían los analistas, el magnate se ha convertido en un catalizador para la renta variable, lo que ha encarecido las valoraciones.

El S&P 500 aglutina al medio millar de empresas cotizadas más grandes por valor en bolsa del mercado estadounidense. El índice de S&P Dow Jones aglutina con sus 20,3 billones de dólares de capitalización más del 80% de los 24,5 billones totales que hay en total, recogidos por el índice Wilshire 5000. Comparados con los 18,855 billones de dólares de PIB de 2016, las cifras suponen un 108% y un 130% respectivamente.

Warren Buffett, el máximo accionista de Berkshire Hathaway y uno de los tres mayores multimillonarios del mundo, fue quien popularizó usar esta ratio. En 1999 aseguró que es la mejor forma para, rápidamente, intuir si la bolsa está cara o barata. Precisamente un año después, antes del estallido de la burbuja tecnológica, las ratios eran mayores que ahora. Única vez que ha pasado, mientras que en 2008 estaban en niveles similares a los actuales.

Es decir, según este indicador, Wall Street cotiza con una valoración sólo comparable a la que tenía antes de los dos peores momentos de su historia reciente. Sobre ello advierten en azValor, que aseguran que “las valoraciones están caras, y si se usa el indicador de Buffett, están cerca de máximos históricos”, lo que junto con la posibilidad de que las medidas de Trump sean proteccionistas e inflacionistas, considera que son las mayores amenazas para la renta variable a escala global que proceden de Estados Unidos.

La gestora justifica por ello la liquidez en sus carteras y la exposición a las mineras de oro, con un total de un tercio de los activos que administra en su fondo internacional, según señalaron los gestores Álvaro Guzmán de Lázaro y Fernando Bernad en la II Conferencia para Inversores: “Son buenas oportunidades en contraposición con los mercados, que en general nos parecen caros”.

EL RECORRIDO DEL ÍNDICE

El S&P 500 se ha beneficiado del ciclo alcista de ocho años de Wall Street, el más largo desde 1929. En los últimos meses, el índice ha marcado varios máximos históricos, en el mes de febrero ocho, y ha llegado a cotizar por encima de los 2.400 puntos. El S&P 500 aún tiene recorrido, debido a la evolución de algunos de sus sectores.

Celso Otero, analista de Renta 4, señala que se prevé pronto una corrección “por lo que pedimos prudencia”, aunque la economía del país “tiene muy buena salud”. Sin embargo, asegura que hay sectores del índice que aún tienen un largo recorrido alcista, como puede ser el farmacéutico. “Las palabras que el presidente de EEUU, Donald Trump, hizo sobre este sector hacen que sea uno de los peores. Nosotros le vemos un buen comportamiento a largo plazo por el acceso a las medicinas de países emergentes y porque las empresas tienen buena caja”, apunta.

El S&P 500 se ha beneficiado del ciclo alcista de ocho años de Wall Street, el más largo desde 1929

Por su parte, Daniel Pingarrón, analista de IG, apunta que “una corrección es necesaria”, para que no haya una gran caída. Sin embargo, nadie puede anticipar la causa que podrá provocar esta caída. Así, explica que puede ser “la guerra comercial de China, la fortaleza del dólar o el enfrentamiento con países emergentes”.

Felipe López-Gálvez, analista de SelfBank, explica que entre los motivos que podrían desencadenar un mercado bajista se encuentra la subida de tipos de la Reserva Federal (Fed) de forma inesperada. Por un lado, según comenta, la fortaleza del dólar afecta a la competitividad de sus empresas en el exterior y, por otro, “a medida que vaya aumentando la rentabilidad de la renta fija se podría producir un movimiento de capitales desde el mercado de acciones al de bonos”.

LA PRESENCIA DE TRUMP

Desde la victoria de Trump, Wall Street está en subida libre. “Los índices están cogiendo los mensajes positivos del presidente”, asegura Otero, por lo que añade que habrá que estar atentos por si empiezan a coger los “no tan bondadosos”, como puede ser la imposición de aranceles. Sin embargo, hasta ahora los inversores celebran las políticas económicas del magnate. “Las políticas empresariales de Trump son perfectas para el desarrollo empresarial, especialmente la rebaja del impuesto de sociedades”, asegura López-Gálvez.

De hecho, Pingarrón apunta que, a corto plazo, el principal catalizador del índice son las expectativas sobre la rebaja fiscal de Trump. “Creo que cualquier novedad en esa cuestión marcará el futuro del índice y podría desencadenar una corrección si los detalles del plan fiscal no convencen a los inversores”, explica el analista de IG.

SIN MIEDO A LAS TECNOLÓGICAS

El sector tecnológico supone el 22% del S&P 500. Un gran porcentaje para un sector que ya vivió un estallido de su burbuja en 2001. Sin embargo, parece que no se repetirá. El analista de Renta 4 asegura que “ahora hay mucho más dinero: tienen más capital, más beneficio y no tienen tanta deuda”.

Felipe López-Gálvez explica que en esa época las compañías que salían a bolsa aparecían con valoraciones estratosféricas, “sin tener ni siquiera producto, ingresos o beneficios estables, era básicamente valoraciones fomentadas en perspectivas de futuro o grandes perspectivas eran más bien ideas”.

Pingarrón asegura que en la actualidad “no estamos en una situación de burbuja de las puntocom, sino de sobrevaloración extendida”. No obstante, matiza que el índice puede seguir subiendo y “profundizando en su sobrevaloración”. El analista de SelfBank apunta que “una caída generalizada del sector tendría serias consecuencias en la economía, ya que la tecnología tiene cada vez más peso”.

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