MADRID, 30 (EUROPA PRESS)

Indra contabilizó unas pérdidas netas de 436 millones de euros en el primer semestre de 2015, frente al beneficio de 60 millones de euros del mismo periodo del ejercicio anterior, por provisiones y deterioros de fondo de comercio y de activos, según ha informado la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

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La cifra de contratación del grupo tecnológico en los seis primeros meses del año alcanzó los 1.583 millones de euros, lo que supone una caída del 4% en términos reportados y un descenso del 5% en moneda local, mientras que las ventas se situaron en 1.409 millones de euros, lo que supone una retroceso del 5% respecto al primer semestre de 2014.

Por su parte, el resultado de explotación (Ebit) arrojó un saldo negativo de 415 millones de euros, frente al beneficio de 101 millones de euros del primer semestre de 2014, con un margen Ebit negativo del 29,5%, frente al 6,9% del mismo periodo del año anterior.

La firma presidida por Fernando Abril-Martorell ha señalado que en el segundo trimestre se registraron una serie de "efectos no recurrentes" por importe de 422 millones de euros por cambio de estimaciones, que implican un impacto negativo de 390 millones de euros en el resultado operativo, mientras que los 32 millones de euros restantes impactan directamente en impuestos.

En concreto, la firma registró un impacto negativo de 266 millones de euros por provisiones, deterioros y sobrecostes de proyectos, mientras que el impacto negativo por el deterioro de fondos de comercio ascendió a 101 millones de euros. A esta cifra se sumó un impacto negativo de 7 millones por deterioro activos intangibles, de 32 millones por deterioro crédito fiscal y de 17 millones por optimización recursos.

De este importe total, sólo tendrían impacto en caja 89 millones de euros, de los cuales 35 millones de euros impactarían antes del 31 de diciembre de 2015, quedando el resto distribuidos en los próximos ocho ejercicios, ha explicado la compañía.

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