Apuesta por la consolidación del sector bancario a nivel general de la eurozona, aunque no en todos los países y hasta el punto de agravar la cuestión de bancos 'demasiado grandes para caer'

FRÁNCFORT (ALEMANIA), 27 (EUROPA PRESS)

La acumulación de préstamos dudosos (NPL) en los balances de la banca europea es uno de los problemas "más prominentes" en el corto plazo y seguirá siéndolo en los próximos años, puesto que representan un lastre de 921.000 millones de euros para las entidades de la zona euro, según el Banco Central Europeo (BCE), que reclama la colaboración de los legisladores nacionales para abordar esta cuestión, incluyendo modificaciones legales que permitan crear procedimientos extrajudiciales más rápidos y mejorar la eficiencia de los sistemas judiciales.

Entre el tercer trimestre de 2015 y el mismo periodo de 2016, los préstamos dudosos de la banca de la zona euro sumaban un total de 921.000 millones de euros, lo que supone un reducción anual de 54.000 millones. De este modo, la ratio de créditos dudosos pasó del 7,3% al 6,5% en el tercer trimestre de 2016, aunque aún representan un problema grave para algunos países y lastran la rentabilidad de los bancos, limitando así su capacidad de asistir a la economía.

"La banca no trata solo de estabilidad, sino también de rentabilidad", declaró la presidenta del Consejo de Supervisión del BCE, Daniéle Nouy, advirtiendo de que la falta de rentabilidad representa un punto débil para los bancos de la eurozona. "Esto preocupa a bancos e inversores y también a nosotros, supervisores. Después de todo, estabilidad y rentabilidad son las dos caras de una misma moneda", añadió.

En este sentido, la banquera francesa subrayó que los bancos y supervisores no son los únicos que deben abordar esta cuestión, señalando que "en algunos países" los marcos legales y judiciales "dificultan la rápida resolución de NPL", por lo que los legisladores nacionales "deberían actuar también" mejorando la eficiencia de los sistemas judiciales, creando procedimientos extrajudiciales rápidos e incrementando el acceso a colaterales, así como alineando los incentivos fiscales.

Cuestionada sobre la posibilidad de crear un 'banco malo' europeo, opción planteada por el director de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), Andrea Enría, la banquera gala ha "agradecido" al italiano que haya puesto la cuestión sobre la mesa, aunque ha subrayado que "no es la panacea", destacando el interés de que las entidades que hicieran uso de una hipotética entidad de gestión de activos vieran reducido el estigma de recurrir a tal solución.

Por otro lado, además del lastre de los préstamos dudosos, la presidenta del Consejo de Supervisión del BCE ha señalado el impacto de la incertidumbre política y el débil crecimiento de la economía, así como el difícil entorno provocado por los bajos tipos de interés, la mayor regulación y los nuevos competidores.

"Por supuesto, no le decimos a los bancos cuál debería ser su modelo de negocio, lo que hacemos es poner a prueba su sostenibilidad y vigilar de cerca esta cuestión", apuntó Nouy, subrayando que "el mundo está cambiando y los bancos deben abrazar dicho cambio" para lo que es necesario que adapten su modelo de negocio de forma que puedan volver a ser rentables.

CONSOLIDACIÓN DESEABLE, PERO NO EN TODAS PARTES.

A este respecto, la presidenta del Consejo de Supervisión del BCE destacó la elevada fragmentación existente en los sistemas bancarios de algunos países, donde la resultante sobrecapacidad del sector conlleva una fuerte competencia y lastra los beneficios.

"En tal situación, uno espera que algunos bancos sean expulsados del mercado", declaró Nouy, quien apuntó que existen claras condiciones para la consolidación mediante fusiones y adquisiciones, aunque hasta la fecha no se hayan visto y cuando se han producido lo han hecho dentro de un mismo país.

No obstante, la banquera francesa ha subrayado que, si bien a nivel general el diagnóstico apoya un escenario de consolidación, esta no tiene por qué ser la solución para todos los países.

"En ciertos casos tienen sentido fusiones transfronterizas, pero hay que tener en cuenta la cuestión de entidades 'demasiado grandes para caer'. Necesitamos consolidación, pero obviamente no hasta crear un problema de entidades así, aunque estamos actualmente mejor preparados", sentenció Nouy.

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