MADRID, 12 (EUROPA PRESS)

El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) volverá a reunirse el próximo jueves para abordar la política monetaria de la zona euro, en la que será la última reunión de año, y que se prevé que sea la cita más previsible de todo 2017, ya que las decisiones importantes ya han sido tomadas, de forma que el foco estará en las proyecciones que el instituto emisor realice para 2019 y 2020, que darán pistas sobre la futura trayectoria de los estímulos.

Esta es la idea en la que recae el consenso de analistas consultado por Europa Press, que apunta que poco queda ya por anunciar o poner en marcha, ya que desde finales de octubre se conoce que a partir de enero de 2018 el programa de compras se reducirá a 30.000 millones de euros hasta septiembre y, por tanto, hasta que no se vea cómo afecte a la economía y a los mercados, se observarán pocas novedades por parte del BCE.

En este sentido, el analista de XTB Sergio Puente, asegura que será la reunión "más previsible" y que no hay mucho más que conocerse sobre la política de la entidad hasta ver cómo marcha la reducción de estímulos ya anunciados sobre la economía, aunque cree que está por ver si el hecho de que el presidente del BCE, Mario Draghi, añadiera la coletilla de 'incluso negativos' supone que los tipos de interés podrán continuar reduciéndose.

No obstante, Puente considera que, aunque seguirán bajos durante un periodo prolongado y los datos de inflación continúan sin ser los deseables, no parece probable que sitúe en negativo el precio del dinero. "Un posicionamiento de los tipos en terreno negativo lastraría aún más el Euríbor, ya de por sí maltratado, por lo que mantener el precio del euro en el 0% se antoja la opción más probable", añade el experto.

Lo que sí resultará más interesante será el conocimiento y la contextualización de los penúltimos datos macroeconómicos del año (los referidos a diciembre se conocerán en enero. Habrá que prestar atención a una recuperación del Índice de Precios al Consumo (IPC), al crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) y a la evolución de los salarios", apunta Puente.

Por su parte, los expertos de Bank of America Merrill Lynch Global Research sostienen también que el foco estará en los pronósticos para 2020, de hecho, asegura que el BCE "puede permitirse el lujo de ser aburrido". "Esperamos que la confianza del BCE en sus decisiones de política sea alta y que mande un mensaje coherente", señalan.

Del mismo modo, los analistas de Intermoney consideran que el valor del encuentro del BCE de este jueves se encontrará en la actualización de sus previsiones para la eurozona. "El problema es que estas previsiones de Frankfurt pueden llegar con el 'pie cambiado' para algunos, dado que tendrán en la memoria el decepcionante 1,5% anual del IPC de la zona euro en noviembre ante la proliferación de los datos finales de inflación para dicho mes en las principales economías del área", indican.

Por lo tanto, en Intermoney creen que las previsiones de inflación del BCE pueden generar un escenario de volatilidad temporal en la deuda soberana de la zona euro, si bien "no debería ser duradero". Con este fin, Draghi insistirá en lo "progresivo" y "medido" de los movimientos de la autoridad monetaria, al tiempo que recordará que la ausencia de un final predefinido para el programa de compras de activos es en sí una guía sobre los tipos e implica que éstos se mantendrán en niveles bajos durante un período prolongado de tiempo.

De su lado, la estratega de Allianz Global Investors Ann-Katrin Peterson subraya el compromiso continuo del BCE en la "persistencia, la paciencia y la prudencia", al menos en términos de su estrategia de normalización monetaria. Peterson cree que el instituto emisor presidido por el banquero italiano no anunciará una salida concreta del programa de expansión cuantitativa (QE, Quantitative Easing) hasta verano y no dará el primer paso hasta mediados de 2019.

Franck Dixmier, de la misma firma de análisis, sostiene que el BCE debería "evolucionar" para reducir las expectativas de bajos rendimientos de manera sostenida, al tiempo que aconseja que inicie la gestión de las expectativas sobre el ritmo de futuras alzas de tipos, ya que este factor acaparará una mayor atención por parte del mercado en el futuro.

Por último, en ING Financial Research aseguran que el BCE "ha dicho y hecho todo lo que quería", por lo que se esperan muchas "autofelicitaciones" y alabanzas sobre la política llevada a cabo por la entidad y sus implicaciones sobre el crecimiento "robusto" de la economía de la eurozona este año. Sin embargo, frente al "emocionante" año para la economía, el BCE perdió temporalmente su 'varita mágica' en los mercados financieros, aunque en ING admiten que finalmente la recuperó al preparar con "éxito" al mercado hacia la reducción de los estímulos sin causar ningún tipo de distorsión.

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