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El sistema límbico del cerebro libera dopamina, lo cual nos proporciona placer. ¿Cuándo lo hace? Pues en cada situación que nos da gusto. ¿Y qué nos produce más placer que ganar dinero? Pues ciertamente pocas cosas.

Deseamos el dinero en sí mismo. Es una especie de droga, que no genera adicción física pero que afecta a nuestra actitud, a nuestros sentimientos y a nuestra conducta. Por el contrario, vivimos en una sociedad en la que preferimos hablar de nuestra vida sexual, antes que comentar nuestra situación económica, y en medio de este batiburrillo, decidimos ser 'traders' y ganar dinero, mucho dinero.

Como alertó Daniel Kahneman, odiamos perder dinero más de lo que nos gusta ganarlo

Mis padres nunca me hablaron de dinero, suficiente tenían con llevar comida a la mesa, ni siquiera me animaron a dominar a fondo las matemáticas para que, una vez en la edad adulta, supiese manejar mejor mi dinero y tuviese una relación más sana con él. Cero quejas. Lo hicieron lo mejor que pudieron. Pero, ¿puede este bagaje lastrar nuestro rendimiento a la hora de ejecutar un trading efectivo? Sin duda lo hará en primera instancia si no eres consciente de ello.

La reacción psicológica más fuerte que experimentamos en relación con el dinero es la que tiene lugar cuando sabemos que lo estamos perdiendo, y en el 'trading' esto sucede casi a diario. Como alertó Daniel Kahneman, odiamos perder dinero más de lo que nos gusta ganarlo. Hoy sabemos que la aversión a la pérdida nos lleva a tomar decisiones equivocadas, sí, correcto, por eso ganas siempre en simulado, y que también la pérdida de dinero es el mayor freno a la práctica activa del 'trading', pues las personas dan mayor importancia a las desventajas (perder dinero) que a las ventajas (ganar tiempo, independencia y dinero).

En mi experiencia como mentor de 'traders', he visto decenas de ganadores en simulado que lo pierden todo en la operativa real, el mercado desconoce si estás en simulado o en real, el mercado sigue moviéndose igual, sigue proporcionando los patrones, el problema es que nuestra relación con el dinero real lo cambia todo. Y no importa que digas “voy a simular como si fuera dinero de verdad”, porque es lo mismo que dijimos todos y es lo mismo que descubres más tarde no ser cierto. El real tiene algo muy bueno: te enfrenta en una terapia de shock a tu relación con el dinero, no a la socialmente aceptada; no, te enfrenta a tu verdadera relación con el dinero. En definitiva, descubres que amas el dinero más que un político.

Lo primero, acepta que te gusta el dinero. No lo reconocemos, típico en países católicos donde se transmite la idea de que el dinero es pecado, es sucio y fuente de todos los males

¿Cómo se puede eliminar el miedo a perder dinero? El miedo es natural, pues nadie se levanta cada día con la idea de acabar perdiéndolo. Lo primero, acepta que te gusta el dinero. No lo reconocemos, típico en países católicos donde se transmite la idea de que el dinero es pecado, es sucio y fuente de todos los males. Pues reconozcámoslo, la falta de dinero es mucho peor. Mantener una relación sana con el dinero es el primer paso. Utilizarlo para que trabaje por y para nosotros y no ser su esclavo. Invertirlo en nosotros y nuestro conocimiento para saber aún mejor cómo funciona, cómo se mueve, cómo se utiliza, cómo aumenta a través de otras prácticas financieras. No dejes que el miedo te paralice. El miedo provoca dudas, y las dudas hacen que tus peores miedos se cumplan. Da un paso adelante y continua.

Cuando pierdas dinero, reconoce la normalidad de la situación y valora esa pérdida como fuente de conocimiento aplicado. El 'Master en trading' no se otorga en una Escuela de Negocios, sino en el fragor del mercado real, las cicatrices y las 'cornadas cum laude' será nuestra carta de presentación. De dónde vienes no define hacia dónde vas. Todos hemos pasado por ahí. No conozco a ningún 'trader' ganador que no haya pasado una noche en vela. La mayoría de 'traders' no progresan por falta de dinero, sino porque les sobra miedo. En última instancia, todos los problemas del 'trader' se derivan de una causa; la falta de confianza en uno mismo.

Por lo tanto, no digas no puedo ni en broma, porque el inconsciente no tiene sentido del humor, lo tomará en serio, y te lo recordará cada vez que vayas a poner una orden a mercado, y el dinero lo ganará otro, quizá menos talentoso pero más decidido.

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