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El caso de Interbolsa sigue pasando factura en Colombia. La Procuraduría General decidió suspender el jueves de su cargo por 10 meses al superintendente financiero Gerardo Hernández, por las fallas en la supervisión que llevaron al colapso de la mayor correduría de bolsa del país, Interbolsa.

La sanción ha sido mucho más suave que la determinada inicialmente a finales de 2013, que ordenaba la destitución del funcionario y la inhabilitación por 12 años para ejercer cargos públicos, según recoge Reuters.

La Procuraduría, el mayor órgano de control de las actuaciones de los funcionarios públicos, consideró que Hernández no adoptó medidas preventivas para proteger a los inversores y cometió fallos en la supervisión de Interbolsa, que fue intervenida por falta de liquidez en noviembre del 2012.

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LO QUE OCURRIÓ CON INTERBOLSA

En todo caso, según explican, la decisión es de carácter administrativo, e independiente del proceso de investigación criminal que realizan otras entidades como la Fiscalía General. El Gobierno anunció que designará un superintendente encargado mientras dure la suspensión de Hernández, quien será reintegrado una vez cumpla la sanción.

La Superintendencia Financiera ordenó en noviembre de 2012 la intervención y posterior liquidación de la firma, después de que incumplió un pago de 20.000 millones de pesos (unos 8 millones de dólares actuales) a un banco. La correduría Interbolsa concentraba una tercera parte de las operaciones del mercado colombiano y atendía a cerca de 50.000 clientes, recuerda Reuters.

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