• Tres cuartas partes de los ganadores de la lotería tienen mucho menos dinero cinco años después de haber ganado el premio
cuarto quinto premio loteria 22122015

Este año, la lotería de Navidad repartirá 2.240 millones de euros entre los más afortunados. Las probabilidades son pocas, pero la esperanza de poder celebrar una ‘lluvia de millones’ el próximo 22 de diciembre nunca se pierde. Pero ¿qué podemos hacer con el dinero si realmente nos toca?

Desde el equipo de Planificación Financiera de Abante, lo primero que recomiendan es esperar unos seis meses antes de empezar a gastar o invertir el dinero que nos ha tocado “para que nos acostumbremos a tener una cantidad elevada de dinero”. Con esto, explican los expertos, conseguiremos tener tiempo para pensar qué queremos realmente hacer para no derrochar el dinero por la euforia del momento, que muchas veces nos lleva a tomar malas decisiones. De hecho, desde la asociación European Financial Planning Association (EFPA) explican que tres cuartas partes de los ganadores de la lotería tienen mucho menos dinero cinco años después de haber ganado el premio.

Tres cuartas partes de los ganadores de la lotería tienen mucho menos dinero cinco años después de haber ganado el premio

Además, si nos toca uno de los premios hay que tener en cuenta que no vamos a recibir el importe total, ya que Hacienda se lleva una parte. Si la cantidad que recibimos no supera los 2.500 euros, estos estarían exentos en el IRPF, mientras que si supera esa cifra tendríamos que tributar al 20%. Por ejemplo, un décimo premiado con el ‘Gordo’ recibiría 320.500 euros pese a que el premio es de 400.000 euros.

Desde Abante añaden que hay otros aspectos importantes en cuanto a las repercusiones fiscales de la lotería. Es el caso del Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Si queremos donar parte del premio a un familiar y no podemos demostrar que el boleto es compartido, el dinero estará sujeto a la tributación en algunas comunidades autónomas.

¿CÓMO SACARLE PARTIDO AL DINERO?

Desde Abante creen que lo primero que hay que hacer es un ejercicio de planificación financiera. Hay que pensar en cuáles son nuestros objetivos para saber qué es lo que realmente queremos conseguir con el dinero. “Este tiempo de reflexión nos puede servir también para definir nuestro proyecto vital y reinventarnos, puesto que el importe del premio nos puede abrir el camino para cambiar de carrera, dedicarnos a lo que realmente nos gusta o para atrevernos a poner en marcha ese proyecto en el que llevábamos tiempo pensando”, explican.

Al definir nuestro objetivo debemos examinar qué coste tiene, analizar nuestra situación financiera actual y si con el dinero extra que hemos ganado bastará o necesitaremos acudir a los mercados financieros.

Si decidimos no invertir nuestro dinero y mantenerlo inmóvil, nos enfrentamos a no cubrir la inflación

Los expertos de Abante señalan que si con el dinero que hemos ganado podemos cubrir nuestros proyectos, tenemos que saber que si decidimos no invertir nuestro dinero y mantenerlo inmóvil, nos enfrentamos a no cubrir la inflación, por lo que con el paso del tiempo perderíamos poder adquisitivo conforme los precios se incrementan. Por ejemplo, si tenemos 320.000 euros y no obtenemos ninguna rentabilidad por ellos, pasados 20 años y contando con una inflación media anual del 2% (objetivo que persigue el Banco Central Europeo), nuestro dinero equivaldría a unos 217.994 (actuales).

En cambio, si optamos por invertir nuestro dinero y acudir a los mercados financieros, lo primero que tenemos que determinar es cuál es la rentabilidad objetivo que necesitamos, que viene determinada por la diferencia entre lo que tenemos y lo que necesitamos, partiendo de la base de que, como mínimo, tendremos que igualar a la inflación. Después, y en consecuencia, deberemos elegir qué cartera o qué activo financiero es el más adecuado para nosotros.

MI CARTERA OBJETIVO

En este punto, el primer consejo de Abante es apostar por la diversificación. “Deberíamos buscar una cartera diversificada, tanto por distribución geográfica, como por tipo de activos”, opinan. “Al pensar en el largo plazo, deberíamos asumir riesgo para tener una cartera que además de igualar a la inflación, nos dé más puntos de rentabilidad”, añaden. Por ejemplo, si queremos superar a la inflación en 3 puntos (es decir, conseguir una rentabilidad anual media del 5%) deberíamos construir una cartera con el 50% de la inversión en renta variable.

Para los expertos de Abante, una opción que nos permite diversificar, que tiene beneficios fiscales y nos permite acceder a una gestión profesional son los fondos de inversión.

Por otro lado, la vivienda también juega un papel importante. Es habitual escuchar a gente decir que si les toca la lotería lo primero que harían sería quitarse la hipoteca cuando, a lo mejor, desde un punto de vista fiscal y financiero no es lo más conveniente. Primero, habría que evaluar si la rentabilidad que nos da el dinero invertido es mayor que el coste de financiación porque, en ese caso, no interesaría amortizar la hipoteca. Respecto a la fiscalidad, hay que tener en cuenta que si la vivienda habitual la compramos antes de 2013 tenemos ya una ventaja fiscal en el IRPF al poder deducirnos cada año un 15% de una cuota máxima de 9.040 euros.

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