HUESCA, 3 (EUROPA PRESS)

El Juzgado de Instrucción 2 de Huesca ha incoado diligencias de investigación penal por el supuesto robo de un bebé, la que es ahora su cliente, nacida el 11 de mayo de 1955 en la Casa Maternal de Huesca, regentada por las religiosas de Santa Ana y dependiente de Diputación Provincial.

Al parecer, Teresa Carrasquer permaneció en la Casa Cuna Maternal con su madre biológica durante un año, que le proporcionó lactancia, y la trató como a una "hija deseada, sin tener intención alguna de entregarla en adopción", según ha informado el letrado Enrique Vila.

Siguiendo con el relato facilitado por la familia, el abogado ha indicado que al año de nacer, supuestamente las monjas manifestaron a la madre biológica que la niña había sufrido un accidente al caerse por las escaleras y había fallecido, sin dar más explicaciones.

La madre, de escasa cultura, "marchó destrozada de la Casa Cuna donde acudía cada día a dar el pecho a su bebé, y confiando en la palabra de las religiosas, nunca más volvió", ha relatado el abogado.

"MENTIRA DOBLE"

Lo cierto, sostiene Vila, es que esa niña nunca falleció, y fue entregada a un matrimonio en adopción. Teresa Carrasquer, la presunta niña muerta, es una mujer de 62 años, que investigó sus orígenes y encontró a su familia biológica, pero, "por desgracia su madre ya había muerto". Encontró, no obstante, a primos, sobrinos y tíos, que "asombrados y doloridos", le contaron la versión de su falsa muerte, que siempre habían creído en la familia biológica tras la supuesta mentira de las religiosas.

A su vez, la familia adoptiva de Teresa Carrasquer, había sido "falsamente informada" de que la madre biológica había fallecido al año del nacimiento, y por lo tanto adoptaban a una niña "falsamente huérfana". La mentira fue, siempre según la versión de los familiares adoptivos y biológicos, doble.

El abogado Enrique Vila, especialista en los casos de adoptados y niños robados en toda España, ha confiado en que la investigación judicial depure responsabilidades penales, y de forma paralela sirvapara aclarar la verdad de esta "terrible" historia, "una más de los miles de casos de niños robados y adopciones ilegales que sacudieron todo el territorio nacional en la segunda mitad del siglo XX, hastabien entrada la democracia".

Lo "extraordinario y doloroso" de este caso, es que supuestamente la muerte del bebé se fingió no en el momento del nacimiento, como era habitual, sino cuando ya tenía un año y la madre biológica había estado dándole incluso pecho durante ese tiempo, con lo que el dolor de la separación y de la falsedad "se acrecienta de forma brutal", ha subrayado el abogado Vila.

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