MADRID, 23 (EUROPA PRESS)

La Sala I, de lo Civil, del Tribunal Supremo ha estimado el recurso de José del marqués de Falces, Ramón Suárez-Otero Velluti, y determinado que era el titular por herencia y propietario exclusivo por posesión de la espada Tizona, atribuida a El Cid Campeador, y como tal podía disponer íntegramente de la misma, como así hizo al venderla en 2008 a un grupo de empresas y una fundación por el precio de 1,5 millones de euros.

Los adquirentes donaron la espada, que fue depositada en el Museo de Burgos, a la comunidad autónoma de Castilla y León. La sentencia revoca las anteriores dictadas por el Juzgado de Primera Instancia número 72 de Madrid y por la Audiencia de Madrid, que dieron la razón a las hijas de un matrimonio que fue declarado en 1987 heredero universal por un marqués de Falces antecesor del actual y tio suyo, Pedro Velluti de Murga.

Tanto el Juzgado como la Audiencia consideraron que de la espada eran cotitulares el actual marqués de Falces y las hijas del citado matrimonio (que reclamaban la mitad del precio de la espada, es decir, 750.000 euros).

El Supremo estima el recurso de José Ramón Suárez-Otero, que heredó la espada y el título de marqués de Falces de su madre, Olga Velluti, hermana de Pedro, y señala que ambos adquirieron la propiedad por 'usucapion', es decir, por su posesión ininterrumpida durante más de seis años.

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