• El republicano buscará adoptar un papel más agresivo en este encuentro para poder recuperar el terreno perdido en Nueva York
  • Este debate en Misouri ofrece la posibilidad de que los votantes pregunten e interaccionen con los candidatos
debate clinton trump

Suena la campana y los púgiles presidenciales vuelven al cuadrilátero. El primer round fue para Hillary Clinton, que supo manejar el ritmo del debate, mientras Donald Trump mostraba un papel más moderado y pasivo, el cual no logra levantar de la silla a sus aficionados.

Las expectativas eran altas, sobre todo, en el caso del candidato republicano. Los espectadores se esperaban que lanzara golpes por el caso de los mails o por los problemas de salud de la demócrata pero estos no se produjeron. Como indica Inés Royo, Investigadora de The Hispanic Council ”Trump estuvo muy contenido cuando se esperaba que más agresividad en la línea de cómo se había comportado en los debates de las primarias” además considera que “mostró nerviosismo llegando por momentos a ser dialogante. Le faltó preparación y eso se notó”, apunta.

Clinton mostró mucha seguridad en todo el enfrentamiento. Este hecho quedaba reflejado en una continua sonrisa irónica que, en ocasiones, se convertía en una carcajada que desprestigiaba las palabras de su rival. “La candidata demócrata salió reforzada porque fue muy preparada al encuentro. No sabía qué podía esperar de su contrincante y se había entrenado para responder cualquier ataque”, apunta Inés Royo. Esta estabilidad en la contienda le permitió incluso lanzar un acertado ataque aludiendo a la ex miss universo latina, Alicia Machado, de la que años atrás se había burlado el republicano, y como apunta el analista político, Oscar Santamaría “este comentario se ha convertido en una toda una categoría, en un símbolo”, apunta.

Este segundo debate de St. Louis, Misuri enfrentará a los candidatos con preguntas hechas principalmente por votantes en el estudio

Tras este asalto, la sensación es que Clinton ha logrado aventajar al candidato republicano. Los análisis posteriores al debate dieron el triunfo a la candidata demócrata y las encuestas de los días posteriores confirmaron su victoria frente a Trump. “Este tipo de sondeos son sensibles al resultado de los debate pero estos encuentros por si solos, a no ser que haya un desastre mayor para alguno de los contendientes, no suelen ser decisivos”, señala Santamaría. Por ello, Donald Trump, está 'vivo' y preparado para dar la vuelta a la situación en segundo asalto.

TRUMP BUSCA UTILIZAR EL IMPULSO DE SU VICEPRESIDENTE

En el debate vicepresidencial del martes Mike Pence dio un balón de oxígeno a Trump, pero también dejó en evidencia al candidato republicano ya que el si dio con la clave como apunta Inés Royo: “Marcar las diferencias con el Partido Demócrata y explicar las propuestas del suyo, aunque se mostró algo distante de Trump y esquivó algunas preguntas en las que tenía que defender sus acciones, sus declaraciones o algunas de sus propuestas más controvertidas”, indica.

Tim Kaine por su parte no fue capaz de otorgar ningún valor añadido claro a la posición de Hilary Clinton. “Las continúas interrupciones que hacía a su rival no le favorecieron mucho”, apunta Royo aunque matiza que “mostró más argumentos para explicar qué tienen pensado hacer en los próximos 4 años desde la Casa Blanca y trató temas importantes para gran parte del electorado como la pena de muerte, el aborto o la inmigración, uno de los temas olvidados en el primer debate”, señala.

LAS CONDICIONES EN MISOURI SON MUY DIFERENTES

El combate en St. Louis, Misuri enfrentará a los candidatos con preguntas hechas principalmente por votantes en el estudio y por moderadores que utilizarían, según la comisión de debates, temas de “amplio interés y populares en medios sociales”, un formato completamente diferente al del primer encuentro.

Clinton y Trump podrán sentir de cerca el aliento de los votantes. Esta interacción parece favorecer más a la candidata demócrata que al republicano ya que ha tenido experiencia previa en estos eventos y, el magnate está más acostumbrado a eventos de gran dimensión, donde la interacción personal uno a uno es poca y la multitud aplaude con gran fervor todos sus discursos.

Pero el objetivo de Donald Trump de dar la vuelta a la situación y su promesa de adoptar una posición más agresiva puede ser determinante, solo si consigue conectar con el público. “Está obligado a forzar mas y a arriesgar mas, siendo el que menos tiene que perder y también el que mas tiene que ganar”, considera Óscar Santamaría.

En el otro lado, se encontrará una candidata muy crecida. No obstante, Clinton debe seguir luchando contra el problema de que muchos votantes la ven como una persona artificial y ensayada. “Será clave para ver cómo se defiende de los ataques que pueda recibir, cómo los devuelve y cómo consigue hacer todo esto a la vez que ambos explican sus programas” apunta la Investigadora de The Hispanic Council.

Trump y Clinton estarán sentados junto a los moderadores, Martha Raddatz de ABC y Anderson Cooper de CNN, pero tienen la libertad de pararse y acercarse a los participantes cuando estos hagan sus preguntas. Una posibilidad que ofrece una mayor posibilidad al lenguaje no verbal y al uso del físico en este segundo round.

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