El terrorismo sacude Reino Unido: más de treinta muertos en distintos ataques en los últimos tres meses

Al menos 33 personas han fallecido en distintos ataques sucedidos en Reino Unido, concretamente en Londres y Manchester, en los últimos tres meses. El último de ellos ha tenido lugar cerca del puente de Londres en la noche del sábado y, hasta el momento, han muerto siete personas y cerca de 50 han resultado heridas.

El pasado 22 de marzo, un vehículo atropelló a varias personas en el emblemático y turístico puente de Westminster y se estampó contra la valla del parlamento británico. Posteriormente, el atacante apuñaló a un policía que estaba trabajando en el lugar antes de ser abatido por las autoridades. En total, cinco personas fallecieron en el ataque, incluido el agente, y 40 personas resultaron heridas.

Se han dado tres ataques distintos, dos de ellos atentados confirmados, en Londres y Manchester entre marzo y junio

Dos meses después prácticamente, el 23 de mayo, se dio otro ataque terrorista y más multitudinario en Manchester. Un joven se inmoló a la salida del concierto de la cantantes estadounidense Ariana Grande que había tenido lugar en el estadio Manchester Arena. En esa ocasión, fueron 22 las víctimas mortales y más de 60 heridos.

Tras este suceso, el gobierno británico, liderado por la conservadora Theresa May, aumentó el estado de alarma a "crítico", que significa que un ataque terrorista es inminente en el país, pero pocos días después lo rebajó de nuevo a severo, lo que indica que un atentado es altamente probable.

Tan solo doce días después, en la noche de este sábado, tres atacantes han sembrado el pánico de nuevo en la capital inglesa cerca del puente de Londres y en el Mercado de Borough. Sobre las 22.00 horas (hora local, 23.00 hora en la España peninsular), individuos comenzaron arrollando a la multitud en London Bridge en torno a las 22:00 horas de la noche mientras se dirigían al mencionado mercado, un recinto con varios restaurantes y centros de ocio. Una vez allí, los asaltantes abandonaron el vehículo y apuñalaron a un número aún indeterminado de personas antes de morir por los disparos efectuados por las fuerzas de seguridad. Hasta el momento, son siete los fallecidos y alrededor de 50 los heridos en lo que Theresa May declaró en la noche del sábado al domingo que el suceso se trataría de un "potencial acto de terrorismo".