• Esta comparecencia se produce días antes de que la Cámara vote si le suspende definitivamente de su cargo
  • Rousseff, que ha recordado su propia trayectoria personal, ha sostenido que entre sus defectos 'no están la deslealtad y la cobardía'
Dilma-preocupada

La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, ha comparecido este lunes ante el Senado para defender su inocencia de los cargos que se le imputan y presentarse como una defensora de la democracia, días antes de que la Cámara vote si le suspende definitivamente de su cargo.

"No lucho por mi mandato por vanidad o por apego al poder" sino que lo hago, ha dicho, "por la democracia, por la verdad y por la justicia". Rousseff, que ha recordado su propia trayectoria personal, ha sostenido que entre sus defectos "no están la deslealtad y la cobardía", en declaraciones que recoge Europa Press.

"Vengo a mirar en los ojos a sus excelencias y decirles que no cometí el delito de responsabilidad" del que se me acusa, ha asegurado, insistiendo en que las acusaciones en su contra "no pasan de pretextos, basados en una frágil retórica jurídica". "Lo está en juego en el 'impeachment' no es mi mandato, es el respeto a las urnas, a la voluntad del pueblo y a la Costitución", ha insistido Rousseff, que ha vuelto a hablar de "golpe" contra la Carta Magna.



SE CONSIDERA VÍCTIMA DE LA 'MISOGINIA' DE QUIENES LE ACUSAN

La presidenta suspendida de Brasil muestra orgullosa ante la Cámara por se la primera mujer que ha alcanzado el poder en su país. Un aspecto que considera que es uno de los motivos de esta 'persecución' ya que se considera víctima de la 'misoginia' de quienes le acusan. Rousseff asegura haber sido acusada por un delito inexistente. La mandataria suspendida insiste en su inocencia. Finaliza su discurso entre aplausos, solicitando que se vote contra el 'impeachment', que será votar a favor de la democracia.



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