• San Miguel de Allende es uno de los pueblos que logra atraer a más visitantes de todo tipo y de distintas partes del mundo
  • La festividad del Día de Muertos, el 1 y el 2 de noviembre, es una de las citas de obligada asistencia en Pátzcuaro
  • La Cuetzalán es uno de esos maravillosos lugares de México cuyos habitantes son indígenas y no han abandonado sus costumbres y tradiciones
  • En lo más alto de Janitzio una de las visitas obligadas, el monumento de 40 metros de el generalísimo Don José María Morelos y Pavón
  • Real de Catorce está a 2.750 metros de altitud en la Sierra de Catorce, una de las más altas del altiplano mexicano
Cuetzalan México

Si aún no has pensado dónde quieres ir de vacaciones te presentamos una opción de lo más original y que te convertirá en la envidia de todos tus amigos. Te proponemos viajar a México este verano para conocer 5 pueblos con un encanto único. Este país norteamericano conserva un trasfondo histórico y cultural, así como una belleza exótica que enamorará a los turistas.

Comenzamos nuestra ruta por México en San Miguel de Allende. Este bonito bonito pueblo de Guanajuato fue nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2008 por su gran interés tanto cultural como arquitectónico, así como por su importancia en la lucha por la independencia del país. Se trata de una ciudad antigua y con mucha historia, ya que era un paso importante en la famosa ruta de la plata, que conectaba Zacatecas con Ciudad de México. Aunque a principios del siglo pasado estuvo a punto de caer en el olvido, rápidamente recuperó su atractivo turístico gracias a su bella arquitectura colonial, a sus fuentes termales y a su clima agradable los 365 días del año.

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San Miguel de Allende consigue atraer a todo tipo de visitantes de distintas partes del mundo y destaca por sus numerosas iglesias

San Miguel de Allende consigue atraer a todo tipo de visitantes de distintas partes del mundo y destaca por sus numerosas iglesias, hermosas edificaciones representativas del Barroco Mexicano. Sin embargo, hay una en concreto que nos llama la atención, la Parroquia de San Miguel Arcángel, que se ha acabado convirtiendo en el símbolo de la ciudad gracias a su imponente presencia en la plaza principal. Una vez allí, la mejor manera de explorar la población es hacerlo andando. No hace falta un coche para recorrer el pueblo, caminar nos permitirá disfrutar plenamente de toda la belleza de su paisaje y la hospitalidad de sus habitantes.

Además, si te cansas de andar, puedes subir al tranvía que sale desde la oficina de turismo, en la parte norte del Jardín Principal, y que realiza un recorrido por los principales lugares de interés del pueblo, tal y como nos cuenta la web 'Los pueblos más bonitos'.Finalmente te llevará al Mirador, desde donde disfrutarás de una maravillosa vista panorámica de todo el pueblo, especialmente recomendable en horario nocturno, para poder observar las bonitas luces de la ciudad.

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A 50 km al sureste de Morelia, encontramos nuestra segunda parada. Pátzcuaro se encuentra en la ribera de un lago con su mismo nombre. Conocido como uno de los Pueblos Mágicos de México, se encuentra en medio de la naturaleza, rodeado por todo tipo de paisajes y vegetación. En el pueblo se respira un aire provincial gracias a las humildes casas de muros blancos y techos de teja en los que viven sus amables habitantes, siempre contentos de recibir a nuevos visitantes. Las cuidadas plazas y jardines le dan un encanto especial consiguiendo que los turistas que lo visitan no quieran abandonarlo.

La festividad del Día de Muertos, el 1 y el 2 de noviembre, es una de las citas de obligada asistencia para los turistas que estén en ese momento por la zona. Son unos días especiales en los que se recuerda a los difuntos con ofrendas en impresionantes altares construidos para la ocasión. En esta localidad ésta tradición se practica con especial entusiasmo y sus habitantes se visten con curiosos disfraces y ocultan sus caras con máscaras que recuerdan a una calavera con la intención de honrar a sus antepasados.

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El pueblo se encuentra rodeado por la Sierra Norte de Puebla, éste es uno de esos maravillosos lugares de México cuyos habitantes son indígenas

La tercera parada de nuestro viaje por México nos lleva hasta Cuetzalán. El pueblo se encuentra rodeado por la Sierra Norte de Puebla, éste es uno de esos maravillosos lugares de México cuyos habitantes son indígenas y no han abandonado las costumbres y tradiciones de antaño. Ellos siguen manteniendo el modo de vida que llevaban sus antepasados y, a veces, incluso sus vestimentas. Se les puede observar llevando sus trajes típicos, tan blancos como la neblina que en ocasiones baja y cubre el pueblo entero, dándole un ambiente de ensueño, casi mágico.

Las montañas circundantes, acompañadas de la niebla y de un clima cálido, hacen de esta región un lugar perfecto para disfrutar de unas agradables y tranquilas vacaciones en las que disfrutar del paisaje y del café local. Éste es otro de los atractivos de Cuetzalán por su fuerte aroma y su intenso sabor.

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Janitzio es una de las islas que están en el lago de Pazcuato, en el estado de Michoacán y nuestra cuarta parada por el viaje alrededor de México. Su nombre significa “Cabello de elote” y en lo alto de la isla y visita obligada está el monumento de 40 metros de el generalísimo Don José María Morelos y Pavón.

Es muy visitada desde todos los puntos de México como del extranjero y la mejor manera de visitarlo es ir en barca desde Patzcuaro, una de nuestras anteriores paradas. Sus habitantes, principalmente indígenas, que habitan en Janitzio han sabido conservar sus costumbres, ofreciendo a los nuevos visitantes la posibilidad de conocerlas y disfrutarlas. Una de las más famosas es la velación de la noche de los muertos, donde los pescadores de la isla salen con sus barcas iluminadas y sus redes de mariposa.

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Antiguamente no se llamaba Real de Catorce, sino que tenía el curioso nombre de “Real de Minas de la Limpia Concepción de los Álamos de Catorce”

Real de Catorce es nuestra quinta y última parada a lo largo de nuestro viaje por México. El lugar parece un pueblo dormido, donde no vive nadie y en el que al amanecer la imagen parece un lienzo. Antiguamente no se llamaba Real de Catorce, sino que tenía el curioso nombre de “Real de Minas de la Limpia Concepción de los Álamos de Catorce”. Pero en el siglo XVIII fue incendiado por los indígenas y al reconstruirlo le asignaron el nuevo nombre, que era como le llamaban los lugareños para abreviar.

El pueblo está a 2.750 metros de altitud en la Sierra de Catorce, una de las más altas del altiplano mexicano. Entre los que cabe destacar para cualquier visitante que pase por allí: La Plaza de toros, construida en el siglo XIX; la Capilla de Guadalupe, cuya construcción data de 1770; El Palenque de Gallos que con la forma de un anfiteatro romano se utiliza desde para peleas de gallos hasta espectáculos artísticos; y por último, el templo de la Purísima Concepción, construido a finales del siglo XVIII.

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