• El selectivo se forma con empresas con ventaja competitiva y que cotizan con descuento respecto a su valoración
  • Van Eck registró en 2015 tres ETF en España: mineras, oro y el Wide Moat
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Una gran parte de pequeños y grandes inversores desea imitar a Warren Buffett. La mayoría firmaría repetir su éxito. Los analistas de Morningstar tratan de plasmar la forma de actuar del 'Oráculo de Omaha' con un índice que supera al S&P 500 en los últimos cinco años, compuesto por empresas que tienen ventajas competitivas sostenibles y cotizan con descuento respecto a su valoración. El índice tiene réplica en ETF para su inversión. El proveedor es Van Eck, que registró el producto hace poco más de un año.

Van Eck es una gestora norteamericana especializada en la gestión pasiva, que supone en torno a dos tercios de los 68.000 millones de dólares -en torno a 65.000 millones de euros- que gestiona la firma. Aunque es conocida principalmente por sus productos en materias primas, tiene la exclusiva para replicar el Wide Moat de Morningstar, el índice que desarrolló la firma de análisis. Es decir, se trata de seguir a Buffett tanto por las características de los valores en los que invierte como por la preferencia del 'gurú' por la gestión pasiva para cualquier ahorrador de perfil medio, dado su escepticismo sobre la capacidad de los gestores profesionales, en general, de batir al mercado.

En concreto, Morningstar lanzó este selectivo en octubre de 2007. Para ello, acota el universo de acciones norteamericanas en función del retorno sobre el capital invertido y del coste medio ponderado de capital, criterios con los que identifica empresas que tienen ventajas competitivas sostenibles en el tiempo. Después, selecciona las compañías que tienen una mayor ratio de 'precio / fair value'. Es decir, el precio frente a la valoración otorgada, lo que permite estimar el potencial alcista de las compañías.

Es muy complicado batir al S&P 500, pero el Wide Moat ha demostrado que lo consigue de forma consistente

El índice está compuesto por entre 20 y 40 empresas. Todos los valores tienen el mismo peso, que oscilará entre el 5% y el 2,5%, y cada trimestre los analistas evalúan el índice para decidir si mantienen la composición o realizan cambios. En su última actualización, realizada en septiembre, hay valores como Walt Disney, Wells Fargo, BNY Mellon, Amazon, Monsanto, Berkshire Hathaway o Microsoft.

“Lo que atrae a los inversores de este índice es su recorrido, ya que ha demostrado que en periodos largos supera al S&P 500 y es más defensivo. Al centrarse en empresas de gran tamaño y calidad, cae menos en los momentos de pérdidas”, defiende Eduardo Escario, responsable de desarrollo de negocio en Europa de Van Eck. En concreto, el Wide Moat se revaloriza desde su lanzamiento un 164%, frente al 84% del S&P 500 en el mismo periodo. Asimismo, en los últimos cinco años bate a la referencia de Wall Street en dos puntos porcentuales con una rentabilidad anualizada del 18,4%.

El ETF de Van Eck gestiona en su versión estadounidense unos 800 millones de dólares. Sin embargo, su versión UCIT, con los requisitos legales de la normativa europea, necesarios para que se pueda registrar en países de la Unión Europea -en España desde 2015-, tiene ocho millones. “Cuesta arrancar, aunque estamos viendo apetito en las bancas privadas y family offices”, señala Escario en una entrevista con 'Bolsamanía'.

Escario indica que los inversores institucionales europeos prefieren a menudo invertir en el producto estadounidense que en su réplica UCIT por la mayor liquidez. “La horquilla entre el precio de venta de la orden y el de compra es menor en Estados Unidos”, puntualiza. No obstante, el vehículo europeo no paga dividendos trimestrales, como sucede con el ETF norteamericano, con lo que “se evita tener que tributar”, agrega.

Precisamente, el 'jefe' de Van Eck para Europa considera que es una de las ventajas de este ETF, además de su propia composición, respecto a los ETF de las grandes gestoras norteamericanas, donde las comisiones de los productos indexados al S&P 500 son inferiores. Del 0,04% y 0,05% en los casos de iShares y Vanguard, frente al 0,49% de Van Eck. “Pero el ahorro de costes se compensa con no tener que pagar impuestos por cada dividendo trimestral”, añade Escario. “Replicar a Buffett es mejor que invertir en el S&P 500 para comprar y mantener. Si es la estrategia, es un producto que sale mucho mejor. Es muy complicado batir al S&P 500, pero el Wide Moat ha demostrado que lo consigue de forma consistente”, insiste.

ESPAÑA LLEGA TARDE AL AUGE DE LOS ETF

Los ETF y, en general, la gestión pasiva -incluye también los fondos de inversión indexados- no han tenido el mismo crecimiento en España que en otros países. La punta de lanza en este sentido es Estados Unidos, con iShares -la división de ETF de BlackRock- y Vanguard como sus principales exponentes, y también otras gestoras de menor tamaño pero asentadas en el mercado como la propia Van Eck. En este sentido, se estima que un tercio del capital invertido en bolsa en la primera economía mundial proviene de la gestión pasiva.

España “va a llegar más tarde que otros mercados maduros” a este proceso, opina Escario. La mayor tradición de los fondos en la industria de gestión de activos y fundamentalmente el trato fiscal más ventajoso para los fondos de inversión y fondos de pensiones por el pago en diferido de impuestos que permiten los traspasos internos frenan a los ETF, según este experto.

Con todo, Escario asegura que España, por su tamaño y su potencial, “es un mercado importante para Van Eck”. La firma registró en 2015 los tres ETF que tiene con formato UCIT en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Además del Wide Moat, los otros dos son el Van Eck Vectors Junior Gold Miners UCITS ETF, que sigue a un índice de empresas mineras jóvenes, y el Van Eck Vectors Gold Miners UCITS ETF, que replica el índice NYSE Arca Gold Miners Index. Este último producto es la joya de la corona para la gestora norteamericana, con un patrimonio administrado en Estados Unidos de cerca de 10.000 millones de dólares. En Europa ya ha alcanzado los 150 millones de dólares -unos 144 millones de euros-. “La rentabilidad -más del 50% en 2016- ha atraído a los inversores. Ya desde principio de año viene haciéndolo bien, y la victoria de Donald Trump ha ayudado. Es un producto con una beta cercana a dos -volatilidad muy superior a la del mercado-, con lo que los movimientos son mayores que los del oro”, resume el ejecutivo de Van Eck.

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