• La firma de análisis señala que en regulación e impuestos y en transparencia el sector español está en la media
  • Sin embargo, en costes y en su sistema de ventas está muy por debajo
bancos espanoles

La industria española de fondos de inversión no sale muy bien parada en las comparaciones internacionales. Ni en cómo se invierte por parte de los ahorradores, ni en cómo se venden y cobran los productos, generalmente a través de las redes bancarias.

Así lo pone de manifiesto Morningstar, que acaba de publicar el informe ‘Global Fund Investor Experience’, que evalúa la realidad de las industrias de fondos de 25 países en Europa, Norteamérica, Asia, Europa y África. En este sentido, el resumen es que Estados Unidos aparece en el top, mientras que a la cola están Bélgica, Finlandia, Francia, Italia o España. “La calificación general de España está por debajo del promedio. Sus calificaciones medias en regulación y tributación y en divulgación brillan, pero en honorarios y gastos y en ventas son mucho peor”, resume el informe que se publica apenas tres meses antes de que entre en vigor la normativa MiFID II, que tiene como misión poner el acento en una mayor transparencia sobre las inversiones y los costes soportados por el cliente.

La firma norteamericana de análisis, una referencia en fondos de inversión, analiza cuatro grandes cuestiones. Una de ellas es la regulación y los impuestos, que pesa un 20% en el estudio. Esto es, la parte relacionada directamente con la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y con la Agencia Tributaria en el caso español, que se sitúa aquí en la media. Igual que en transparencia, cuya ponderación es del 30%.

La calificación general de España está por debajo del promedio. Sus calificaciones medias en regulación y tributación y en divulgación brillan, pero en honorarios y gastos y en ventas son mucho peor

En el primer caso, los autores del estudio recuerdan que la regulación se basa en la normativa europea UCITS, y que los inversores tienen acceso a fondos domiciliados en varios países. Aunque Morningstar recuerda que los ahorradores que se preparen para la jubilación con una pensión complementaria lo hacen “a través de un sistema de pensiones separado, donde las opciones son más limitadas y los beneficios de la regulación UCITS no se aplican”.

En cuanto a la transparencia, el estudio recuerda que hay requerimientos de información sobre las carteras cada trimestre, que se publican en la CNMV. Así, hay “buenas prácticas de transparencia” sobre las inversiones de los fondos. En torno al 80% de los productos excede los requerimientos regulatorios en este tema. Esto es, aportan aún más información, en muchos casos con informes mensuales.

COSTES ALTOS Y VENTA DEFICIENTE

Hasta aquí, la parte en la que la industria española no sale mal parada, aunque tampoco supera la media de los 25 países analizados por Morningstar. Sin embargo, en el apartado de costes, que pesa un 30% en el análisis global, se sitúa por debajo del promedio, lo que es una constante cada vez que se estudian las comisiones pagadas en general por los clientes españoles, en una industria con una menor penetración de la gestión pasiva pero con un elevado número de falsos fondos activos. “La comparación en tasas y gastos es menos favorable que con otros países”, concluye Morningstar.

En concreto, los analistas de la firma estadounidense sostienen que los fondos en los que no hay comisiones incluidas para los clientes existen. Es decir, es una opción disponible para el inversor español, pero “constituyen una pequeña parte de los activos de los inversores”. Además, Morningstar recuerda que las retrocesiones -pago de una parte de la comisión al vendedor- está permitida pese a las restricciones de MiFID, mientras los conflictos de interés son "obvios" cuando ocurren: "Muchos representantes de fondos están empleados por el fondo".

En este sentido, los costes en promedio estimados por Morningstar en el caso de los fondos comercializados en España son del 0,4% para los de renta fija si están domiciliados y del 1,15% para el conjunto de productos disponibles para la venta (único apartado por debajo de la media), del 2% y del 1,84% respectivamente en renta variable y del 1,12% y el 1,7% entre los mixtos. Asimismo, el estudio critica que “España permite a los fondos cargar costes cuando la rentabilidad es positiva sin que haya compensación cuando el rendimiento es inferior”.

El cuarto análisis es el peor para España, que queda a la cola en las prácticas de ventas, condicionadas por los canales de los grandes bancos y aseguradoras, confirma Morningstar. El mercado cumple con todos los aspectos relevantes de la directiva MiFID, a falta de que entre en vigor el año que viene la segunda parte. Pero menos del 20% de los fondos vendidos se comercializan a través de un formato de arquitectura abierta en el que el cliente pueda elegir distintas opciones de diferentes gestoras. “Es un porcentaje mucho más bajo que en otros países”, expresa Morningstar. Además, añade, “los asesores reciben una compensación excesiva para la venta de fondos específicos a los fondos con una práctica común a través de comisiones de lanzamiento”, concluye el informe, que tan mal deja a la industria española de fondos.

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