• José Ramón Iturriaga también ve valor en el sector inmobiliario ante la recuperación de sus precios
  • Sobre Banco Popular considera que una operación corporativa será la mejor salida para sus accionistas
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José Ramón Iturriaga, gestor de Abante Asesores Gestión

La gran banca española ha virado el rumbo en bolsa en 2017, con subidas del 10% en conjunto. Los fondos más expuestos se benefician este año del comportamiento de las entidades financieras, que han abierto una brecha entre los gestores de renta variable española.

Entre los mayores defensores de la compra de acciones del sector financiero está un nombre propio clásico y reconocido en la industria como es José Ramón Iturriaga, cuyos fondos de Abante Asesores Gestión -Okavango Delta, sólo de bolsa, y el Kalahari, que tiene una parte de la cartera en renta fija- dejan atrás las pérdidas de 2016 con ganancias este año. Los productos toman nombre por el río y el desierto africanos.

El mercado está enterrando los fantasmas del pasado. En los últimos años han crecido los enanos en la bolsa española, con la situación agravada por el auge del populismo con Podemos. Pero la renta variable española ya ha vuelto al radar del inversor internacional”, resume Iturriaga sobre el escenario del mercado local. “El péndulo de las emociones ha pasado del pesimismo en el que se entró en 2012 al optimismo, con empresas de calidad con múltiplos altos como Grifols, Inditex o Aena, y valores atractivos como los bancos, que están muy baratos después de haber sido el sector apestado para los inversores”, agrega en una entrevista con ‘Bolsamanía’.

En este sentido, el sector financiero tiene un peso elevado en la cartera, con un 28% del patrimonio del Okavango (ver gráfico tras el texto), que alcanza los 80 millones de euros. La cartera se replica en la inversión en acciones del Kalahari, que tiene bajo gestión 46 millones, según las estadísticas de Morningstar. Iturriaga, explica, compra las 20 acciones en las que ve mayor oportunidad entre el universo de 60 cotizadas que tienen al menos una capitalización bursátil de 1.000 millones de euros, “con algunas excepciones”.

Entre los 20 títulos de la cartera están los siete bancos del Ibex: “Los resultados se han dado la vuelta y mejoran, los precios del sector inmobiliario se encarecen y los tipos de interés tendrán que subir. Además, los procesos de concentración han mejorado las sinergias. Los bancos están cotizando en 0,8 veces su valor en libros y lo lógico es que se vayan a 1,5”, insiste Iturriaga. Y entre ellos, Banco Popular, una de las causas por las que el fondo perdió un 4% de su valor liquidativo en 2016, aunque gracias también a la exposición al sector, sube un 5% en 2017, según datos de Morningstar. “No fue bueno para el fondo tener Popular en 2016 -el banco perdió un 62% en el año-, pero ahora sí. El partícipe va a acabar ganando con la inversión en la entidad”, asegura Iturriaga.

El gestor considera que el futuro del banco pasa por una operación corporativa en la que será consolidado. “La situación era ya así hace un año, antes de la ampliación -de 2.500 millones de euros-. Fue un error que el Consejo de Administración permitiera la operación, porque no era buena para los accionistas. Es un caso para estudiar sobre gobierno corporativo”, recuerda.

Actualmente, “es difícil que siga siendo independiente, y cuando cotizas ya a 0,3 veces o 0,4 veces el valor en libros, ya no está en tu mano. Para maximizar las ganancias de los accionistas lo mejor es la salida de una fusión”, defiende Iturriaga. “Muchos análisis señalan a una ampliación, y de hecho Popular necesitaría entre 1.500 millones y 2.000 millones para seguir solo. Pero el ángulo para analizarlo es cuánto puede pagar otro banco por un proceso de subasta que ya está abierto. Emilio Saracho es experto en operaciones”, agrega el gestor de Abante.

En este sentido, considera que la adquisición de la entidad sería atractiva para grandes bancos: “Vale poco más de 3.700 millones, pero tiene fondos propios de 8.000 millones, y un balance sano de 100.000 millones de euros, sin contar con los 30.000 millones de activos improductivos”, explica. “Es un banco que puedes comprar por 5.000 o 6.000 millones y te llevas 2.000 millones de fondos propios ‘gratis’”, prosigue. “Es una operación que a un banco español le convertiría en líder del mercado, y también sería bueno para un jugador europeo que quiera tener presencia minorista en España, en un contexto en el que el supervisor jalea la concentración”.

IDEAS CONTROVERTIDAS

Iturriaga indica que su inversión es ‘value’, y que se queda con las compañías en las que va mayor potencial de revalorización por fundamentales. La macroeconomía “no es esencial, ya que miro el mundo con las cuentas de resultados, pero para proyectarla sí es importante”, señala. Entre las acciones que compra, un 5% o 10% son empresas “en situación especial, como por ejemplo historias de reestructuraciones. Es un fondo que toma más riesgo que el ‘benchmark’ -índice de referencia-”.

El gestor admite que parte de sus inversiones son “ideas controvertidas, que nadie compra. Muchos gestores, por ejemplo, han hecho defensa de no invertir en los bancos durante los últimos años. Pero yo suelo ser de los primeros que entra en un sector. No juego los tiempos, el 80% de los beneficios en renta variable se consigue en el 20% del tiempo, momentos en los que tienes que estar”, añade. El Okavango obtiene una rentabilidad anualizada durante los cuatro años entre 2013 y 2016 del 16%, muy por encima del Ibex 35, gracias a que en 2013 obtuvo un 75%. “Este año se puede optar a rentabilidades muy altas. El potencial de la cartera es superior al de 2013, aunque esto no quiere decir que se suba todo en un año ya que se puede revalorizar en varios ejercicios, lo que sería bueno para que más gente pueda subirse al carro”, puntualiza.

El estilo de inversión hace que las variaciones sobre el índice de referencia y el promedio de su categoría sean elevadas. “Los partícipes lo entienden porque tenemos una red muy formada que se lo explica, y tienen una cultura financiera superior a la media. Es algo que se puede hacer en una firma independiente, pero que no podría realizar en la gestora de un gran banco”, comenta.

Entre las ideas de inversión que reconoce que son “controvertidas” está también Prisa, que por ahora cae un 11% en 2017. “Ha reestructurado su balance y ha realizado cambios en su gestión”, señala. Otro ejemplo es OHL, que en este caso se anota un 5% en el año: “Es una historia de reestructruración. Entré tras la ampliación, con nuevos gestores y la venta de activos en la empresa. El mercado puso a la acción en la caja de ‘los Abengoa’, pero ya no tiene un problema de endeudamiento y tiene mucho potencial”. “Conocer a los gestores es muy importante, por eso no he tenido exposición a los casos de Pescanova, Gowex o Abengoa”, agrega el gestor de Abante.

OHL es uno de los cinco valores -junto con Merlin, Lar, Colonial y Ferrovial- del sector inmobiliario y construcción que está en cartera, con un peso total del 28%, igual que la banca. “La dinámica de precios y rentas ha mejorado y es muy buena. Los precios de las oficinas de más calidad, que son el activo que inicia la tendencia, están subiendo, pero es que también el residencial. Las socimis, por ejemplo, cotizan con un descuento según el precio de tasación de sus activos de entre el 20% y el 30%, mientras que en Francia cotizan con prima”, argumenta Iturriaga.

Cartera de José Ramón Iturriaga al terminar febrero. Fuente: Abante Asesores

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