• Los 'tories' reciben el 43% de los apoyos, mientras los socialdemócratas suben al 37%
  • La libra, presa de una fuerte volatilidad

Las encuestas que se publican en Reino Unido, cuando falta poco más de una semana para la celebración de las elecciones, muestran que el liderazgo de los conservadores de la primera ministra Theresa May sigue estrechándose. En concreto, un nuevo sondeo, esta vez de la cadena ITV, refleja que los ‘tories’ han perdido 6 puntos en intención de voto y los laboristas han ganado tres.

Es el primer estudio de estas características que se publicado después del atentado en Manchester, en el que fallecieron 22 personas a la salida de un concierto de Ariana Grande y también recoge el sentimiento del electorado después de la publicación del manifiesto del partido conservador, que apunta a un recorte en sus políticas sociales.

Los conservadores pierden seis puntos según una última encuesta

Apenas hace dos semanas, la mayoría de encuestas daban una amplia ventaja a Theresa May, que ha visto recortada por los laboristas, llenando de incertidumbre lo que tenía que ser una victoria holgada de los conservadores que les permitiera ampliar la mayoría que ostentan en la Cámara de los Comunes del Parlamento británico. May quería, de esta forma, asegurarse un mayor apoyo en el proceso del Brexit.

Pero de los 20 puntos que ostentaba en algunos sondeos, ahora sólo cinco o seis le separan de Corbyn, quien ha visto incrementarse los apoyos entre el electorado.

LA LIBRA PAGA EL PRECIO

la reacción de la libra no se ha hecho esperar. La divisa británica se ha precipitado hasta precios por debajo de los 1,2800 dólares, prolongando el movimiento bajista que se inició a finales de la semana pasada, cuando la última encuesta de intención de voto, mostró que la primera ministra británica sólo mantiene un margen de cinco puntos en las encuestas frente a los laboristas de Jeremy Corbyn.

Los mercados han empezado a digerir que la cita del 8 de junio no será un "paseo por el campo", tal y como May había esperado, y la moneda británica ha caído presa de una elevada volatilidad, cediendo hasta un mínimo en los 1,2795 dólares, para luego remontar un 0,7% hasta los 1,2870 dólares.

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